En medio de una de las peores semanas del gobierno de Mauricio Macri, el PRO celebró ayer su consejo nacional, al que asistieron gran parte de los referentes del espacio. En una reunión donde los principales oradores fueron el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, el mensaje final trató de ser lo más claro posible: “Hay autocrítica, pero el plan de gobierno es claro. Hay que seguir adelante”.
Los discursos de tres de los máximos referentes de la fuerza fueron “arengas” para el público presente, unos 500 dirigentes, que en un principio se mostraron inquietos por los temas que movilizaron al Gobierno esta semana: paro docente y marcha de la CGT.
“Lo que se le transmitió al espacio es que hay que seguir adelante aunque las cosas se tornen complicadas. Acá hay que terminar de entender que se agarró un país prácticamente destruido y que hay muchos intereses en el medio. Nos iniciaron más de 400 causas y no hay ni una prueba”, dijo uno de los principales colaboradores de Macri al salir del encuentro.
“El paro ya quedó claro que es un tema político, eso lo refleja la postura de Baradel de no querer abrir realmente el diálogo”, sostuvo uno de los presentes en el encuentro. Sobre ese tema también expuso el secretario de Trabajo, Ezequiel Sabor, que explicó que uno de los objetivos del Gobierno es generar un mejor vínculo con el sindicalismo mediante las diferentes capacitaciones para los gremialistas más jóvenes: “Hay que cortar con el régimen que hay en varios sindicatos, y que se encare una renovación fuerte”.
Peña hizo énfasis en la línea que barajan los principales funcionarios del Gobierno. Que los indicadores económicos ya están mostrando una leve mejoría. “El cambio va a tardar. Mauricio se está rompiendo el lomo para sacar el país adelante, y eso es lo que tiene que motivarnos a no aflojar”, afirmó.
Según informó Rodríguez Larreta a la salida del encuentro, “estuvieron representadas todas las provincias, analizamos cómo estamos de cara a la campaña, fue muy enriquecedor”, pero, aclaró, “no hubo definiciones de candidaturas”.
“El plan de gobierno sigue en marcha” pese a las manifestaciones y la advertencia de la CGT de un paro, aseguró el jefe de Gobierno porteño, quien remarcó que “se están viendo los primeros signos de crecimiento económico”.
El gran ausente a la cita en el Club Sirio Libanés porteño fue el titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, quien se especuló con que enviaría al viceministro de Interior, Sebastián García De Luca, uno de sus principales laderos.
De los aliados partidarios del Gobierno, estuvo presente casi toda la plana de la Coalición Cívica, en especial de la Ciudad. El legislador porteño Maximiliano Ferraro, el diputado nacional Fernando Sánchez, el auditor general Facundo del Gaiso, y la titular del partido, Marisel Etchecoin. Todos ellos manifestaron que la postura de su partido se tomará después de Semana Santa, aunque no faltaron los guiños, sobre todo desde el PRO, por una posible candidatura de Carrió en la Ciudad. “Todavía la decisión está sobre la mesa”, explicaron fuentes partidarias.
Otros aliados, como la legisladora porteña Graciela Ocaña y el titular de la UCR, José Corral, enviaron cartas manifestando su apoyo al espacio.