Axel Kicillof fue parte central del operativo “presión” hacia Alberto Fernández, para que el Presidente apurara la decisión, que finalmente tomó esta semana, de abandonar la idea de reelección. Esa noticia volvió a dejar en primer plano la candidatura presidencial de Cristina Fernández, un objetivo que siempre tuvo en eje el gobernador.
CFK candidata, dicen, es la única manera de ordenar el espacio. Pero, si esto no sucede, está en juego la idea de unas PASO presidenciales o la candidatura de unidad de Sergio Massa. Kicillof sostiene un acuerdo “razonable” con el ministro de Economía, aunque esto no garantiza un armado ordenado en la Provincia.
La idea de desdoblar las elecciones generales, que el mandatario sigue dejando en espera, resulta por estas horas más una suerte de moción de orden que una certeza. Todo el que conoce el armado electoral bonaerense sabe que es una idea compleja, difícil de poner en práctica, aunque no imposible.
“Todo está atado a la candidatura de Cristina” dicen en La Plata. Mientras activan, para el próximo jueves 27, un acto en el Teatro Argentino de la ciudad capital, en la reinaugurada sala Ginastera y con la vicepresidenta como invita central.
La idea de desdoblar las elecciones generales no avanza
Los caminos electorales, Si CFK no es candidata y se decide desdoblar, ¿se puede aislar a la Provincia en la campaña? La situación económica es candente y el Conurbano es uno de los puntos geográficos que más se resiente en estas circunstancias. Y están además, los diferentes actores con estructura propia con quienes se debería acordar, como el caso de Sergio Massa o el propio albertismo que este sábado “lanzó” la candidatura bonaerense de la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz.
Si no se desdobla, opción más probable, la construcción va a estar atada a la bendición de CFK. Desde La Plata se ve a Massa como un candidato en carrera y se remarca que el acuerdo fijado en la Provincia se mantiene sin muchas inclemencias y con la continuidad de los funcionarios massistas, Jorge D’Onofrio, ministro de Transporte y Ricardo Lissalde, titular de Aubasa. Un punto aparte tiene la titular de AYSA, Malena Galmarini, que tiene un juego propio como delegada directa de Massa con los intendentes de la región metropolitana.
El ministro de Economía sostiene en la Provincia un sector de diputados y senadores, además de diez intendentes, si contamos algunos aliados vecinalistas, aunque todos de distritos reducidos en población. Ese universo está cercado por figuras territoriales como Martín Insaurralde, jefe de Gabinete e intendente de Lomas de Zamora en uso de licencia, o el peronismo de La Matanza, el búnker imponderable de CFK, y toda la estructura que se mueve desde el interior. No es tan sencillo ordenar ese juego, hay que enamorar en un momento donde los jefes comunales sufren las demandas directas de sus vecinos.
Existen otros candidatos ya en carrera, como el embajador en Brasil, Daniel Scioli; el ministro del Interior, Wado De Pedro; el jefe de Gabinete, Agustín Rossi; o el representante del Frente Patria Grande, Juan Grabois, que podrían, algunos de ellos, ser parte de unas PASO. Esto decantaría hacia las comunas bonaerenses donde también proliferarían listas, que llevarían al gobernador Kicillof como candidato. ¿Único candidato? Eso dependerá de los acuerdos que se gesten en estas horas, del poder de armado real de Alberto Fernández y de las variables de pago chico que siempre surgen en años electorales.