Alberto Fernández y Emmanuel Macron se vieron por primera vez en febrero de 2020, el segundo encuentro fue en mayo del año pasado. Ya en 2022 mantuvieron tres reuniones: mayo, septiembre y este 10 de noviembre en el Palacio Eliseo. Fue el mandatario francés quien propuso la agenda: intento de asesinato a Cristina Kirchner, la situación económica y social de la Argentina, la lllegada de Luiz Inácio "Lula" da Silva, Venezuela y la guerra en Ucrania.
“Mi amigo”, lo presentó el Presidente francés en la declaración conjunta que hicieron al reencontrarse este jueves, a lo que el mandatario argentino contestó saludándolo con un “mi querido amigo”.
En el encuentro bilateral que duró media hora, Macron lamentó el ataque sufrido por la Vicepresidenta el 1 de septiembre, a lo que Fernández detalló que espera que la Justicia actúe con celeridad y se profundice en la investigación. También habló de la necesidad de combatir los discursos del odio. Alberto Fernández vio en París el mensaje de la vicepresidenta en las redes donde anunció que recusará a la jueza María Eugenia Capuchetti, algo con lo que el jefe de Estado coincidió al enterarse.
Punto por punto
Al momento de hablar de economía, Macron le preguntó qué puede hacer Francia para ayudar después del acuerdo alcanzado con el Club De París. El jefe de Estado argentino habló de la necesidad de insistir con la eliminación de sobrecargos que cobra el FMI, algo que el francés se comprometió a hablar con Kristalina Georgieva.
Sobre Venezuela, que mañana tendrá un capítulo aparte en un encuentro al que también se sumará el presidente colombiano, Gustavo Petro, Macrón le dijo que está dispuesto a seguir su línea. Fernández ya le planteó que no conviertan a este país en una nueva Cuba, que se lo debe acompañar para que tenga elecciones democráticas y se debe terminar el bloqueo que le hizo el mundo. Macron busca acercarse a Nicolás Maduro por la necesidad de resolver la crisis energética que se desató con la guerra en Ucrania.
Sobre el conflicto bélico hablaron de la necesidad de hacer un fuerte llamamiento a la paz en el G20. El mandatario argentino planteó la urgencia de garantizar la seguridad nuclear y que las plantas no sean una amenaza.
“Nos encontraremos en el G20 la semana próxima para hablar de la guerra en Ucrania, la situación con Rusia, el tema climático, el impacto en los países mas pobres, la fractura a nivel internacional", dijo Macron en la declaración conjunta antes del encuentro bilateral y enfatizó: “queremos resolver el tema de la estabilidad del mundo y la construcción de un orden de estabilidad geopolítica para encontrar lo antes posible la paz en el territorio europeo y también para mejorar la situación energética y alimentaria que se ha visto afectada por esta guerra que inició Rusia”.
Fernández contestó: “con el presidente Macron nos une una mirada común sobre los problemas que el mundo atraviesa, no solo el problema de la guerra, que es un tema que nos preocupa, nos convoca, nos obliga a encontrar soluciones. El presidente ha sabido escucharme cuando le dije que la guerra repercutía muy negativamente en le hemisferio sur y la verdad es que hizo mucho para que el G7 escuche nuestra visión sobre las consecuencias de esa guerra”.
Macron recibió a Fernández en un día en el que la Dirección General de Transportes de París (RATP), frenó las distintas líneas de metro en reclamo por aumento de salarios y una mejora de las condiciones de trabajo mediante la contratación.
La guerra desatada por Rusia en Ucrania llevó a Francia a un aumento de la inflación.
En términos mensuales los precios subieron un 1% en octubre a pesar de que se habían contraído al 0,6 en septiembre. El 6,2 por ciento interanual que en Argentina se tiene en un mes no es menor. Hay que remontarse a 1985 para ver en Francia una cifra más alta. Esta escalada llevó a que semana atrás miles de franceses salgan a la calle. El 18 de octubre hubo una huelga para reclamar una mejora salarial y se repitió el 27 de ese mismo mes.
La crisis energética es otro de los problemas que afronta el presidente francés, quien debió lanzar un programa de la de “sobriedad energética” con el objetivo de convencer a los ciudadanos de reducir el consumo energético previendo un invierno crudo en toda Europa por la guerra desatada por Rusia en Ucrania.