De manera intempestiva, volvió a entrar en la agenda del Senado la posible reforma de la Corte Suprema con la convocatoria el próximo miércoles a un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia. En el sector que encabeza Cristina Kirchner los temas judiciales siempre se encuentran en el top de prioridades parlamentarias pero, según aclaran desde su entorno, esta vez la vicepresidenta no está especialmente interesada en el asunto.
“Consejo sí, cambios en la Corte no”, resumen desde el Senado. En ese aspecto señalan que la vice no dio ninguna señal en ese sentido y tampoco hubo declaraciones de los propios, flamantemente agrupados en Unidad Ciudadana, para defender cualquier iniciativa. En dónde sí se mantuvieron activos sus soldados fue en el proyecto para crear “un fondo para pagarle al Fondo”, cuya defensa encabezó el autor del proyecto Oscar Parrilli y que ya logró dictamen de mayoría, lo que permitiría la discusión en el recinto para la primera semana de mayo.
Con respecto a la modificación de la Corte Suprema, hasta el momento solo está vigente un proyecto de reforma que presentó la senadora riojana de Hay Futuro Argentina Clara Vega que pone el foco en la cuestión de género. El Supremo Tribunal “deberá reflejar en su integración la paridad de género entre hombres y mujeres, diferentes especialidades de sus miembros, distinta procedencia geográfica en el marco de un país federal”, señala el texto de Vega, una ex integrante de Cambiemos. No sería la primera oportunidad que el oficialismo se agarre de un texto opositor para encarar una discusión, tal como sucedió con el proyecto de Martín Lousteau para modificar el Ministerio Público Fiscal.
También hubo otra iniciativa del puntano Adolfo Rodríguez Saá para aumentar de 5 a 9 los integrantes de la Corte Suprema, pero perdió estado parlamentario y debería volver a presentarlo para que pueda sumarse al debate. El legislador promete hacerlo la próxima semana, pero desde el entorno más íntimo de Cristina Kirchner aseguran que “no tiene el ok” de ella. “No es Recalde ni Di Tullio y tampoco pusimos a ninguno de los nuestros a hablar del tema”, insisten.
Por su parte, el senador de Juntos Somos Río Negro, habitual aliado del oficialismo, Alberto Weretilneck también tiene en carpeta una iniciativa que todavía no fue presentada.
La intención del oficialismo es abrir un debate en profundidad con invitados de distintos sectores, aunque al igual que el resto de los temas judiciales, la perspectiva es oscura en Diputados, donde el Frente de Todos no cuenta con el número necesario para avanzar.
Con la ley vigente, el primer paso que debería dar el Senado es el debate para la designación del lugar que dejó vacante Elena Highton de Nolasco, que al mismo tiempo dejó una conformación completamente masculina. El presidente Alberto Fernández todavía no envió el pliego de ningún candidato a ocupar ese lugar, porque en la actualidad del Senado constituye prácticamente una utopía lograr los dos tercios para nombrar al quinto integrante del máximo tribunal.
