A Juan Rescio lo internaron el 3 de mayo. Tenía síntomas de Covid-19. A los 67 años, la diabetes complicaba su pronóstico. Para esa fecha, la expansión del coronavirus en el Gran Toba chaqueño ya era un dato conocido. Y a la vez, constituía una señal de alarma para el gobierno de Jorge Capitanich.
Ubicado en las afueras de Resistencia, el Gran Toba nuclea seis barrios, en el que vive gran parte de la comunidad Qom. El 18 de mayo, murió la esposa de Rescio, Juana Romero, que también estaba infectada. El virus se difundió rápidamente entre familiares y amigos de la pareja. Ayer, Rescio murió. Era un referente muy querido de los Qom. Vivía en el Chilillí, una de los seis barrios del Gran Toba. Los otros cinco son el Toba, Camalote, Crescencio López, América y Cotap donde residen unas cinco mil personas, en condiciones de hacinamiento. Los infectados ya suman 134, con 13 muertes.
“Juan Rescio, fundador y miembro histórico del coro Qom Chelaalapi, fue además de músico, cestero, alfarero y una pieza fundamental en el fortalecimiento de nuestra identidad intercultural. Mi sentido pésame por su fallecimiento”, tuiteó ayer Capitanich. El gobernador chaqueño además decretó duelo provincial desde el 27 hasta el 29 de mayo.
Rescio vivía en Chilillí, una de los barrios del Gran Toba. Los otros son el Toba, Camalote, Crescencio López, América y Cotap donde residen cinco mil personas hacinadas.
El Gran Toba está rodeado por las fuerzas de seguridad. Desde el anochecer, ya nadie puede salir o entrar. El Ejército organiza ollas de comida, de lunes a viernes. El gobierno realiza fumigaciones y reparte artículos de higiene. Los vecinos de la comunidad están preocupados. Se quejan por la discriminación que sufren fuera del barrio, cuando salen a trabajar y hacer las compras. También señalan que el gobierno actuó demasiado tarde. Los enfermos más críticos están internados en el hospital Perrando. Los asintomáticas se mantienen aislados en sus casas.
El presidente de la comisión vecinal del Toba y qon originario, Antonio Patricio, se reunió la semana pasada con Capitanich en la casa de gobierno. “Le planteamos que el Estado se demora. La provincia no está preparada para esta pandemia. Está todo muy lento, no hay un plan para lidiar con esta urgencia. Las ambulancias no quieren entrar. También falta presencia por la noche para controlar y garantizar la seguridad”, afirma el dirigente qom ante Perfil. Los qom además reclaman la instalación de un centro de salud que funcione todos los días en el barrio.
El propio Capitanich sorprendió con una suerte de autocrítica sobre la performance de su gabinete. “Es un equipo joven, que no tiene la experiencia necesaria para asumir situaciones complicadas en un entorno tan complejo”, admitió en La Radio. El gobernador incluso les mandó un mensaje de advertencia a sus ministros: “Cuando las cosas no se ejecutan como uno espera, tiene que pensar en reemplazos”.
"Es un equipo joven, que no tiene la experiencia necesaria para asumir situaciones complicadas en un entorno tan complejo”, admitió Capitanich en La Radio.
La subsecretaria de Salud Comunitaria de Chaco, Carolina Centeno, confirmó que el Toba es el más afectado por el coronavirus. La funcionaria detalló que entre el 6 y el 26 de mayo se tomaron 208 muestras en el barrio: 81 resultaron positivas. Los infectados ya suman 134 personas. Centeno afirmó que se están realizando entre 25 y 30 hisopados diarios a los habitantes del Toba. La intención del gobierno chaqueño es concretar 50 muestras diarias. Las muestras revelaron un alto porcentaje de positividad: 45,5%.
Si bien es la décima provincia en el ranking de habitantes, en la lista de contagios figura tercera. Cuenta con 796 infectados. Se ubica sólo por detrás de dos gigantes, como la Capital y la provincia de Buenos Aires. El hacinamiento y el hermetismo cultural de los habitantes potencia las dificultades para contener los expansión del Covid 19. Con los matices y particularidades chaqueñas, la situación se parece a la de las villas y asentamientos del AMBA.