Las altas tasas de empleo informal, en combinación con la crisis económica en general y el avance de la campaña electoral, lograron poner en la agenda parlamentaria la posibilidad de discutir una reducción de la jornada laboral.
Se trata de un asunto que siempre está vigente entre los reclamos del sindicalismo y de los sectores de izquierda y que ahora volvió a tomar fuerza con una serie de proyectos que fueron presentados en el Congreso con el foco en la reducción de la jornada laboral.
“Planteamos reducir horas en la jornada laboral de manera tal que en la semana se completen cuarenta horas de trabajo”, planteó el diputado del Frente de Todos Hugo Yasky, a su vez secretario general de la CTA, mirando el modelo que ya se aplica en Chile.
Esto no le gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Para justificar su iniciativa, dijo que “está demostrado que la reducción incentiva y estimula la productividad”, aunque como trasfondo también se ubica la baja del empleo registrado así como las dificultades para sostener los sistemas previsionales, un fenómeno a nivel global.
El referente sindical buscó encolumnar a todo el Frente de Todos detrás de la propuesta pero lo cierto es que aún no hay una opinión unánime dentro del oficialismo sobre cuál sería la alternativa más apropiada para modernizar las actuales normativas laborales.
Por caso, su colega legislativo del Senado, a su vez referente de La Cámpora, Mariano Recalde, también presentó una iniciativa para llevar a 36 horas la semana laboral, aún menos que lo que propuso el propio Yasky.
No obstante, creen que es auspicioso que haya resurgido un tema en el que ya también sumaron sus propuestas el jefe de La Bancaria y diputado Sergio Palazzo, Claudia Ormachea y Eduardo Valdés, entre otros.
La CGT incluso hizo una mención a la discusión en el documento final durante el acto por el Día del Trabajador, lo que fue tenido en cuenta como un posible empuje para que se consolide su discusión. Más allá de los ámbitos gremiales, el tema comenzó también a meterse en la campaña de los precandidatos como Patricia Bullrich, que anticipó su intención de realizar una reforma laboral, al igual que José Luis Espert, dispuesto a revisar la normativa vigente.
