Cristina Kirchner está más preocupada por su situación judicial que por el futuro político del Frente para la Victoria. La ex presidenta decidió que querellará a todos los que la acusen de corrupta y para eso contrató al abogado mediático Gregorio Dalbón, pero no es el único que se encarga de su defensa.
Para las causas de corrupción, la ex presidenta tiene contratado al ex socio de Carlos Arslanian, Carlos Alberto Beraldi. Pero para que la asesoren también en temas judiciales y en cómo responder ante la prensa por algunas acusaciones, tiene detrás al ex AFI, Juan Martín Mena, y el ex ministro de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni.
Cuando empezó la avanzada de los tribunales en su contra, a Cristina Kirchner le confeccionaron una lista con posibles abogados para defenderla en su honor. Su idea es denunciar por calumnias e injurias a todos aquellos que “manchen” su nombre. En la lista estaba Arslanian, pero según fuentes del mundo judicial sus honorarios eran “muy costosos”. Fue cuando surgió la idea de contratar a Dalbón, que viene defendiendo al ex jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, por delitos contra el honor. “Ella estaba muy conforme con el trabajo que veníamos realizando con Aníbal y por eso me convocó”, contó Dalbón a PERFIL.
Agregó que cobra “muy caro” y que la trata como una clienta más. Para especialistas en daños y perjuicios, a un ex presidente se le puede cobrar un honorario de seis cifras en dólares. Otros aseguran que esos trabajos se realizan de manera gratuita por la publicidad que ofrecen casos así.
El encargado de confeccionar la lista de posibles abogados para la defensa del honor de la ex jefa de Estado habría sido Gustavo Frasquet, letrado que patrocinó a Fernández en varias causas en Quilmes.
Beraldi se mostró muy activo en las últimas horas protegiendo a Florencia Kirchner, la hija de la ex mandataria. Presentó en su nombre un escrito ante el juzgado de Julián Ercolini pidiendo que abran las cajas de seguridad de Florencia para evitar más show mediático. Y se reservó el derecho de iniciar una acción judicial, es decir una denuncia, por la filtración del dato del allanamiento al Banco Galicia que debió hacerse “en estricta reserva”.
Mena y Zaffaroni están a golpe de teléfono de la ex presidenta para asesorarla en materia legal. Mena se ganó la confianza de Cristina cuando estaba en el Ministerio de Justicia, y redactó el Memorándum con Irán. Zaffaroni, por su parte, tiene buena llegada a CFK y también solía tener vínculos con el ex vicepresidente Amado Boudou.
“Ella va a estar muy activa respondiendo las acusaciones que le hagan”, contó una persona de su entorno a PERFIL. Ya empezó: Dalbón llevará a los tribunales a Margarita Stolbizer y también al periodista Eduardo Feinmann. A este último por llamarla “coimera”. Es la misma estrategia de Aníbal Fernández, que querelló a cuatro periodistas.
La ex presidenta podría volver a Buenos Aires después de las vacaciones de invierno, aunque no se cree que vaya a tener una agenda política intensa, como la primera vez que regresó desde el Sur tras dejar el poder.