“Si Vuestra Señoría considera que existe el grado de sospecha suficiente previsto por el Código Procesal Penal y que posee en el expediente las pruebas pertinentes, deberá cursarme formal citación de acuerdo a las normas de rito que así lo disponen, oportunidad en que haré lo que entienda que por derecho corresponde". Con esa frase, el juez federal Claudio Bonadio le respondió - y desafió- a su par de Dolores, Alejo Ramos Padilla, quien investiga el caso D’Alessio, que tiene bajo la lupa el accionar de una red de presunto espionaje ilegal.
Ramos Padilla había comunicado a Bonadio hace apenas unas semanas que estaba denunciado en el expediente por dos querellas y por eso lo “invitaba” a hacer un descargo.
Entre Bonadio y Ramos Padilla hay mucho más que dos estilos y 200 kilómetros de distancia. En sus despachos tienen expedientes con nombres que se cruzan. Los suyos entre ellos.
Mientras de un lado, en la investigación de Ramos Padilla contra D'Alessio, Bonadio y Stornelli están imputados junto a Elisa Carrió, entre otras personas, en Comodoro Py, Bonadio investiga la denominada operación "Puf", que fue presentada por Carrió. La denuncia de la dirigente -que recayó en lo de Bonadio por sorteo- es en base a transcripciones de escuchas en la cárcel a detenidos kirchneristas que sabían detalles del caso de Dolores antes de que se presentara. Allí Ramos Padilla está imputado junto a otros y Stornelli se presentó como querellante.
Bonadio le pidió precisiones al juez Ramos Padilla sobre las acusaciones en su contra
Pero los cruces no quedan allí. La respuesta de Bonadio se conoció ayer, el mismo día en que Ramos Padilla presentó tres escritos en el Consejo de la Magistratura. Allí el magistrado de Dolores está denunciado desde marzo pasado por el Ejecutivo y como parte de su defensa pidió, entre otras cosas, que se cite al presidente Mauricio Macri, a la diputada Elisa Carrió, al fiscal Carlos Stornelli y precisamente a Bonadio.
Por su parte el magistrado de la causa de los cuadernos de las coimas ya le había pedido a Ramos Padilla que le explicara por qué estaba acusado, tras la primera misiva que le llegó desde Dolores. Fue entonces cuando Ramos Padilla le hizo saber que había sido "denunciado en dos oportunidades" por querellantes en el expediente.
La contienda que comenzó a gestarse entre Bonadio y Ramos Padilla, aunque muy diferente, se da en paralelo a la que el juez de Dolores lleva con Stornelli. El magistrado declaró en rebeldía al fiscal tras cinco faltazos a indagatoria y ahora lo volvió a convocar para el 18 de julio próximo.
Ramos Padilla lleva adelante la investigación que tiene como cara visible al detenido Marcelo D’ Alessio desde fines de enero pasado. En ese momento, la denuncia apuntaba a un caso de presunta extorsión, pero con el paso del tiempo creció hasta poner bajo la lupa a una red de presunto espionaje ilegal. Entre sus detenidos, además de D’ Alessio están los ex comisarios de la bonaerense, Aníbal Degastaldi y Ricardo Bogoliuk, así como el ex espía, Hugo “Rolo” Barreiro.
Tras las diferentes apelaciones tanto a nivel de la competencia así como sobre su recusación, Ramos Padilla se consolidó al frente del caso. La Cámara de Apelaciones de Mar del Plata primero y la Sala I de la Cámara de Casación Federal consideraron que, al menos provisoriamente, la causa debe tramitar en Dolores y que Ramos Padilla es el juez que debe intervenir en el caso. Por lo que todo apunta a que los cruces no cesarán. Es más, probablemente se recrudecerán.
En escenario hay un nombre que genera nuevas suspicacias desde el instante en que hizo su presentación, en los últimos días. Es el de Antonio “Jaime” Stiuso. El ex director de Operaciones de la ex Secretaría de Inteligencia (SI) se presentó en Dolores y pidió ser tomado como querellante. El 19 irá a testificar. Ya fue relevado del secreto que imponía la ley de Inteligencia.
B.D.N./FeL