Es una adolescente de apenas 15 años. Su madre es jueza y su padre fue fiscal. Su deseo de concurrir a la marcha del #18F, el miércoles próximo, alentó a la “familia judicial” que, por primera vez, convocó una movilización. Iara, la hija mayor de Alberto Nisman, convenció a su madre, la jueza Sandra Arroyo Salgado, de que era importante ser parte, a un mes del fallecimiento de su padre, de una marcha convocada por los fiscales.
La ex esposa de Nisman llamó esta semana a uno de los fiscales que organiza la movilización con un mensaje de su hija. La menor dijo que irá a la marcha, aunque su madre se oponga y pidió que no haya ningún dirigente político en la marcha. El fiscal que la escuchó le dijo que era imposible garantizarle eso pero que los fiscales la llevarían con ellos en la columna de la marcha. Arroyo Salgado aún no confirmó su presencia.
Los organizadores esperan que unas 400 mil personas sean parte de la “marcha del silencio”, que saldrá desde la Plaza del Congreso, a las 18, hasta la Unidad Fiscal AMIA, frente a la Plaza de Mayo. Además, por redes sociales, hay convocatorias para movilizaciones en las principales esquinas de la Capital Federal, del conurbano bonaerense y del Interior del país.
Según se acordó, los fiscales no dialogarán con los medios de comunicación durante la marcha para evitar cualquier declaración pública ese día. De hecho la columna donde estarán los fiscales será seguida por un grupo de 50 dirigentes del sindicato de empleados judiciales, que conduce Julio Piumato, uno de los convocantes y aliado a Hugo Moyano. En esta columna estarían Arroyo Salgado con su hija mayor, Iara. Sí están confirmados la hermana del fiscal, Sandra Nisman; su madre, Sara Garfunkel; y más de 20 primos y familiares directos.
Entre los convocantes están los fiscales José María Campagnoli, Ricardo Sáenz, Carlos Rívolo, Raúl Pleé, Guillermo Marijuán y Carlos Stornelli. También tendrán el apoyo de la AMIA y de la DAIA, las entidades de la comunidad judía, que llamaron a concurrir a la movilización desde la sede de la mutual judía en Once.
El acto, que comenzará después de las 20, será breve. Tras marchar desde el Congreso hasta las puertas de la Unidad Fiscal AMIA, se realizará un minuto de silencio en el lugar y habrá una oración interreligiosa frente al edificio de Hipólito Yrigoyen al 400. Llevarán, además, una bandera con la inscripción “Homenaje a Alberto Nisman – Marcha del Silencio 18F” impreso en letras blancas sobre un fondo negro, con el sello del sindicato de Piumato, la Unión de Empleados de la Justicia de la Nación. Se espera que también haya personalidades de la cultura, como el filósofo Santiago Kovadloff, quien ofició de orador en la despedida a Nisman.
Se solicitó que no haya banderas partidarias. Por ello los candidatos a presidente, según pudo saber PERFIL, concurrirán pero “a título personal”. Mauricio Macri estará en Plaza de Mayo aunque, según contaron en su entorno, “discretamente, como un ciudadano más”. Estará acompañado por varios funcionarios porteños, encabezados por el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, y los legisladores del PRO. Por su lado, Sergio Massa irá con su mujer, Malena, y sus hijos, aunque aún no decidió si lo hará en la marcha en la Capital o en alguna plaza del Interior. Los intendentes del Frente Renovador convocarán a su “aparato” pero sin consignas partidarias. Los radicales Julio Cobos y Ernesto Sanz también estarán en una columna junto a un nutrido grupo de diputados, legisladores y dirigentes de la UCR. Elisa Carrió también le anticipó a sus asesores que participará.
Por su parte, tanto la CGT moyanista como la Azul y Blanca, del gastronómico Luis Barrionuevo, serán parte, pero con la premisa de evitar expresiones partidarias. Piumato se ocupó de coordinar que no haya pecheras ni bombos. No habrá representantes de la CTA Autónoma que dirige Pablo Micheli, ni de los partidos de izquierda, como tampoco de la agrupación de víctimas de la AMIA, Apemia, cuyo exponente es Laura Ginsberg. Menos aún los familiares de las víctimas del atentado enrolados en 18J y en Memoria Activa, que hoy coinciden con los deseos del Gobierno nacional.
Para evitar que se lleven consignas destituyentes hubo contactos de las diputadas Bullrich y Alonso con los principales referentes del movimiento de protesta de los caceroleros, que se sumarán. Por su parte, las máximas autoridades de la Iglesia decidieron no intervenir. Sin embargo, la Comisión Nacional de Justicia y Paz del Episcopado, compuesta mayoritariamente por laicos, presentó en la semana un documento en el que expresan su apoyo al “reclamo de completo esclarecimiento del hecho”.
De esta forma, desde el mediodía del miércoles 250 efectivos de la Policía Metropolitana, junto a agentes de tránsito, estarán en las inmediaciones de la marcha, conformando un primer anillo de seguridad, mientras que, más alejados, habrá 500 efectivos de Policía Federal, Gendarmería y Prefectura. A partir de las 15.30 ya habrá cortes de calles y se desviará el tránsito hacia las principales avenidas. También habrá varias dotaciones de bomberos y personal del SAME con ambulancias.
El jueves pasado, en los Tribunales de Comodoro Py, el ministro de Seguridad porteño, y ex juez federal, Guillermo Montenegro se reunió con los fiscales. Allí diagramaron cómo será la marcha y el rol de la Metropolitana. Luego, ese mismo día, los directores de operaciones de las fuerzas de seguridad se juntaron para delimitar los campos de acción. El temor por infiltrados, agitadores o simples arrebatadores fue uno de los ejes de la reunión.
