El anuncio realizado por Cristina Fernández de Kirchner el pasado sábado 18, activó como pocos acontecimientos la opinión de millones de argentinos respecto al escenario electoral que se va gestando de cara al cierre de las candidaturas presidenciales.
Cristina eligió las redes sociales para difundir -desde sus cuentas de Facebook, Twitter e Instagram- un video de casi 13 minutos en donde dice: “Le he pedido a Alberto Fernández que encabece la fórmula que integraremos juntos, él como candidato a presidente y yo como candidata a vice, para participar en las próximas elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias”.
Con más de 900 mil reproducciones del video en Facebook, 570 mil en Youtube y 360 mil en Instagram -en menos de 48 horas- no hizo falta ninguna encuesta para conocer el sentimiento con el que había impactado el anuncio.
Con más de 900 mil reproducciones del video en Facebook, 570 mil en Youtube y 360 mil en Instagram -en menos de 48 horas- no hizo falta ninguna encuesta para conocer el sentimiento con el que había impactado el anuncio.
Solamente en Twitter, la red con menor cantidad de usuarios, se generaron más de 280 mil posteos relacionados. Con etiquetas como #CristinaSomosTodos, #Elecciones2019, #ArrugóCristina y #NoSomosBoludos –entre otras- los usuarios llenaron la red de expresiones a favor y en contra de la posible fórmula Fernández-Fernández.
Así funcionan las redes sociales, de manera instantánea millones de usuarios expresaron sus pensamientos y emociones mediante comentarios, memes, emojis, animaciones, reacciones y otros recursos generadores de ese mar de datos comúnmente conocido como Bigdata.
El Bigdata de redes sociales es un universo medido en tiempo real por los equipos de gobierno o de campaña, que son conscientes del valor que tiene esa información. Principalmente porque permite conocer de manera instantánea como impacta o repercute en el público, un evento o mensaje determinado, y en segundo lugar porque generalmente se trata de información no inductiva sobre cómo es percibido ese evento, candidato o referente: no hay pregunta o condicionamiento alguno de por medio.
Para el Gobierno, el anuncio de Cristina Fernández tiene "lógica faraónica"
Volviendo al sábado 18, la publicación del video de Cristina despertó indudablemente al menos dos alertas sobre su impacto. Una propia en CFK, que no necesitó de ninguna medición para darse cuenta de que la jugada resultó favorable: su video, que podríamos definir claramente como de campaña, se adelantó dos meses a la fecha permitida para la difusión de propaganda electoral y lo que hasta ahí era un “anuncio online”, rápidamente se convirtió en “noticia”, pasando del plano meramente digital a todos los programas y canales de radio y televisión.
Además, les debe haber llamado gratamente la atención darse cuenta de que sólo ese mismo sábado, desde sus cuentas de redes sociales, los Fernández sumaban más de 10.000 seguidores cada uno, una clara demostración de interés y quizás también de empatía: solamente en Instagram, Alberto sumaba 17.952 seguidores.
Del lado del Gobierno, quienes forman parte del equipo de analítica, sin dudas vieron amenazados sus planes del sábado y se pusieron a trabajar en un reporte para Marcos Peña, que incluyera los principales datos del incidente: cantidad de menciones, tópicos relacionados, usuarios únicos, sentimiento de la conversación y demás métricas capaces de reflejar el impacto. Sin embargo, nada de esto -incluyendo el posible sentimiento positivo que pudiera tener el análisis hacia los Fernández- debería preocuparles más que la caída de la imagen del presidente evidenciaba en las redes sociales en lo que va del año y que recién en las dos últimas semanas parece comenzar a estabilizarse.
Actualmente, las principales métricas vinculadas a la afinidad, están reflejando datos negativos que se hacen aún más visibles cuando se los compara con los de los competidores opositores. En Facebook, por ejemplo, más de 10.500 usuarios dejaron de seguir la cuenta del presidente Macri desde que comenzó el año, mientras que, por el lado de Cristina Fernández, se registraron 44.230 nuevos seguidores. Esto también ocurre en el resto de las plataformas y comparativas frente a CFK. La cuenta oficialista mejor posicionada y con tendencia ascendente, es la de la de la gobernadora María Eugenia Vidal. ¿Explicará esto por qué todavía se habla de una posible candidatura de María Eugenia?
CP
