Tras la multitudinaria movilización a Plaza de Mayo, producto del repudio al intento de asesinato a Cristina Kirchner, distintas voces del Gobierno siguieron condenando lo sucedido, con una mirada puesta en los mensajes de odio que se generaron en los últimos meses.
Ante PERFIL, el ministro de Turismo y Deportes, Matías Lammens, calificó lo que atravesó la vicepresidenta de “gravedad extrema”. Y pidió “un compromiso unánime y urgente para desarmar el escenario que permite que la estigmatización, el odio y la violencia, tengan lugar y amplificación”.
En cuanto a las responsabilidades, el funcionario apuntó que “la culpa es de quienes emiten esos mensajes, pero la responsabilidad de correrlos del centro es de todos los dirigentes políticos y de toda la sociedad”; y destacó lo vivido en el centro porteño: “Lo que se vio ayer en la plaza son cientos de miles de argentinos, algunos con pertenencia partidaria y otros muchos sin ninguna identificación política, que fueron a expresar claramente que lo que quieren es que no se repitan nunca más escenas como las que vimos, que dañan la democracia y la paz social que con tanto esfuerzo construimos en Argentina”.
Los funcionarios participaron el viernes de la marcha en Plaza de Mayo
Gabriel Katopodis, líder de la cartera de Obras Públicas, también se sumó a los pedidos de paz y se mostró autocrítico: “Todos debimos reaccionar antes, frente a varios episodios que generaron este clima”, dijo el ex intendente en declaraciones a DSport Radio. Analizó a su vez, en otro pasaje de la entrevista, que “no hay dudas de que se viene corriendo una raya, no es que el jueves se pasó un límite. Tal vez la plaza llena debería haber ocurrido mucho antes”.
En ese sentido, ejemplificó: “Las bolsas mortuorias, las piedras en su despacho, la persecución judicial”, y añadió que la convocatoria a “la violencia y al odio” son “cosas muy visibles de un detrás de escena que viene ocurriendo en la sociedad”. En este punto, pugnó por “desarmar esto” y se pronunció por “volver a poner límites”.
Además, lo contrapuso con las “plazas que reventaron en todo el país” donde “el pueblo le demostró el amor (a la vicepresidenta) en todos lados”. Por su parte, el canciller, Santiago Cafiero, destacó las muestras de solidaridad que recibió la titular del Senado en las últimas horas y puso énfasis en las más de treinta proclamas de países, organismos multilaterales, entidades religiosas y políticas.
Mientras que el director de la Agencia Federal de Inteligencia, Agustín Rossi, dedicó palabras al agresor detenido. Bajo esa dirección, declaró que desde el Gobierno no tenían “ninguna alerta” sobre Fernando André Sabag Montiel, la persona que gatilló sobre Kirchner.
El ex ministro de Defensa definió a Montiel como un “lobo solitario, alguien que por sí mismo armó todo sin demasiada logística”. “Por la información que tengo y lo que se pudo rastrear de las redes, el atacante aparece con una carga simbólica neonazi, pero no aparece algo que pueda inferir que estaba predispuesto a hacer un ataque a nadie, y menos aún a la vicepresidenta”, afirmó Rossi.
