El gobierno macrista aprobó el 13 de octubre un dictamen de la administración kirchnerista que favorecía a la compañía de Calcaterra para realizar obras de restauración y puesta en valor de la iglesia, ubicada en pleno casco histórico de la Ciudad de Buenos Aires. La decisión es una señal confusa a Francisco, con quien el Gobierno viene tendiendo puentes para fortalecer las relaciones políticas. El principal edificio de su orden religiosa en Buenos Aires, que comenzó a construirse en 1731, quedará envuelto en una polémica.
El presupuesto oficial de la obra era de $ 94.306.615. El 26 de marzo de 2015 se conocieron las ofertas de tres compañías que buscaban quedarse con la licitación. En julio de 2015, la comisión evaluadora que analizó a los oferentes para la Secretaría de Obras Públicas, entonces a cargo de José López –hoy detenido y procesado por enriquecimiento ilícito–, determinó que el más económico debía ser desestimado por no cumplir con los requisitos del pliego. Así, se adjudicó la restauración de la basílica a Creanurban, la segunda oferta más barata. La empresa licitó por debajo del presupuesto oficial: $ 93.363.549.
El ministro de Interior, Obras Públicas y Viviendas, Rogelio Frigerio, firmó la resolución para entregar la obra a Creanurban el 13 de octubre, pero recién se publicó en el Boletín Oficial el 17 de octubre, Día de la Lealtad Peronista, y horas después de que finalizara la visita del Presidente al Vaticano. “Corresponde aprobar lo actuado en el procedimiento llevado a cabo para la licitación pública nacional a la firma Creanurban”, estableció el ministro. Así, el gobierno de Macri dio el visto bueno para que su primo se hiciera cargo de las obras.
PERFIL consultó a voceros del empresario pero no quisieron hacer declaraciones.
En abril, Calcaterra decidió poner a la venta su principal compañía, Iecsa SA. El primo del Presidente no quiere ser asociado con favoritismos en la distribución de la obra pública, pero en lo que va del año el Ejecutivo reactivó el financiamiento de algunas de sus obras, como el soterramiento del tren Sarmiento y obras en la provincia de Córdoba, que ganó durante la era K.
Desde la asunción de Néstor Kirchner en 2003, Iecsa ganó licitaciones del gobierno nacional por US$ 1.823,6 millones.