Duro en sus conceptos, de nuevo en el centro de la escena política sin haberlo buscado, Horacio Rodríguez Larreta acusó ayer al presidente Alberto Fernández de intentar “quebrar el orden constitucional” luego de que el jefe de Estado anunciara que no acatará el fallo de la Corte Suprema que lo obliga a devolverle a la Ciudad el 2,9% de los fondos contra el 1,4% que recibe actualmente.
Se trató de un fallo largamente esperado por Larreta y que devino de una medida cautelar presentada por el gobierno porteño tras un decreto presidencial de septiembre de 2020 y luego una ley del Congreso sancionada a fines de ese año que le redujo del 3,5% al 1,4% los fondos coparticipables argumentando que hubo un presunto exceso en el costo del traspaso de la Policía Federal a la Ciudad.
En conferencia de prensa, Larreta aseguró que la decisión del mandatario nacional es de “altísima gravedad institucional” y que “pone en riesgo las bases de nuestra democracia”. Además el jefe de Gobierno dijo que Fernández superó “todos los límites imaginables”.
“El Presidente decidió quebrar el orden constitucional, violar por completo el Estado de Derecho y atentar contra la democracia”, advirtió.
El cruce con Nación le valió a Larreta volver al centro de la escena y, más aún, el apoyo casi unánime de todo Juntos por el Cambio, incluso de todas las ramas internas del PRO (incluidos Mauricio Macri y Patricia Bullrich, en su reclamo ante el Frente de Todos.
“Fernández decidió violar por completo el Estado de Derecho”, planteó Larreta
Desde los diputados nacionales, pasando por Elisa Carrió y la Coalición Cívica (que presentaron una denuncia penal contra el presidente) así como un sector de la UCR, salvo el gobernador correntino, Gustavo Valdés – reconocido por sus oscilantes movimientos –. Por su lado, Facundo Manes apenas twitteó: “la ley no es una sugerencia”.
En otro tramo de su alocución ayer el jefe de gobierno porteño recordó que el presidente decidió presentar una recusación contra todos los jueces de la Corte para evitar que participen del proceso. “Esto no es en contra de la Ciudad. Es en contra de la Constitución, de la seguridad jurídica en nuestro país. Es en contra de cualquier posibilidad de desarrollo. ¿Quién va a confiar en un país donde no se respetan las decisiones de la Justicia? ¿Quién va a invertir? ¿Quién va a generar trabajo? ¿Qué podemos esperar los argentinos si el propio Presidente no cumple la ley?”, planteó. Y agregó: “Es un ataque específico contra los millones de argentinos que vivimos en la Ciudad de Buenos Aires y contra los muchos millones más que todos los días la visitan, que vienen a estudiar, a trabajar, a atenderse en los hospitales”.
En materia jurídica, la Ciudad prepara en estas horas realizará una presentación ante el máximo Tribunal para informar sobre el incumplimiento de la Nación y poder denunciar a los organismos involucrados. En particular: el ministerio de Economía y la Procuración del Tesoro, más el Banco Nación – cuya titular, Silvina Batakis, fue denunciada por Patricia Bullrich para que libere los fondos -.
Consultado sobre la posibilidad que detrás de la movida K esté Cristina Kirchner, Larreta respondió: “Esto es responsabilidad del Presidente, si se deja presionar por la vicepresidenta, es responsabilidad de él y tiene que hacerse cargo”.
Finalmente, Larreta aseguró que esta manera kirchnerista de entender el poder se está terminando. “Son los últimos actos desesperados frente a un país que quiere cambiar”.
Con todo, en el larretismo, por lo bajo, celebraron no solo la recuperación de la centralidad política sino que todo JxC se haya podido encolumnar detrás de la figura del precandidato a presidente.
Es más: apuntaron como clave que los gobernadores radicales, Gerardo Morales, de Jujuy y titular de la UCR, como Rodolfo Suárez, de Mendoza, respaldaron a la Ciudad en la disputa. Además, el acuerdo con Carrió y la CC continúa en su mejor momento. Hoy el candidato de “Lilita” es Larreta y a eso apuesta el jefe comunal.
Con todo, Larreta viajará la semana que viene a Villa La Angostura para pasar fin de año y tomarse unos días.
La Legislatura porteña postergó la baja de impuestos
En medio de un fuerte debate, finalmente el oficialismo porteño no logró que se derogue el impuesto a las tarjetas de crédito, que se había creado cuando la Nación le quitó más de 2,1% de coparticipación federal a la Ciudad.
En particular, aunque venían reclamando la quita de ese gravamen, los bloques del Frente de Todos y la izquierda, se opusieron a abrir el debate “sobre tablas” – es decir, sin discusión en comisión – y así el larretismo no logró reunir las dos terceras partes de voluntades necesarias para avanzar con el tratamiento del proyecto impulsado por “Vamos Juntos”. Hubo 38 votos afirmativos, mientras que 21 fueron negativos. Sin la mayoría de 40 necesaria la sesión tuvo que ser levantada por el vicepresidente de la Legislatura, el larretista Emmanuel Ferrario.
La sesión había sido convocada por Ferrario luego del fallo de la Corte Suprema de Justicia que ordenó devolverle a la ciudad los fondos que le había quitado el kirchnerismo en 2020. Se tenía que discutir el proyecto para eliminar el impuesto a los sellos y la reducción del gravamen que pesa sobre los intereses de las Leliq. Ambas medidas anunciadas el jueves por Larreta una vez conocida la decisión del máximo Tribunal. El jefe del bloque larretista, Diego García Vilas expresó que “el Frente de Todos solo quiere llevarse puesta a la República” y que “no están dispuestos a discutir la baja de impuestos, ni a cumplir con un fallo de la Corte Suprema”.