La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner está convocada por la justicia federal de Lomas de Zamora para este lunes 8 de junio, con el objetivo de que conozca los elementos que hay sobre ella en la causa donde se investiga presunto espionaje ilegal. Citada por el juez federal Federico Villena, CFK se enterará allí de los hechos que la tuvieron como objeto y podría constituirse como querellante, si así lo quisiera. La vicepresidenta tiene hasta las 15 de hoy para asistir a los tribunales de Lomas y, aunque no está confirmada su presencia, todo indica que asistirá. En el correr de los próximos días también se irán concretando las citaciones de otros de los afectados. Miembros de la empresa católica, eriodistas, políticos, sindicalistas, empresarios y jueces son sólos algunos de los alcanzados en el caso.
La hipótesis de la justicia es la de que, en los últimos años, funcionó una organización criminal con inserción en el Estado Nacional, Provincial y Local, en la que sus integrantes cumplieron diferentes roles estratégicos, valiéndose de su calidad de empleados públicos y agentes o dependientes de las Fuerzas de Seguridad o de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). La investigación pone la lupa el accionar de la AFI macrista, que tuvo en su conducción a Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, ya que los elementos que constan en la causa sobre el espionaje datan de esa fecha. En tanto que ya hay alrededor de una decena de agentes del organismo bajo la lupa de la justicia.
Beatriz Busaniche y Pablo Sirvén se cruzaron por el espionaje durante el macrismo
En la lista de espiados, además de CFK están el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, Emilio Monzó, Diego Santilli, Nicolás Massot, María Eugenia Vidal, Hugo Moyano, el camarista federal, Martín Irurzun y el Padre José María "Pepe" Di Paola. También figuran tres jueces de los cinco jueces de la Corte Suprema de Justicia; la legisladora Graciela Camaño, Luis Barrionuevo y el obispo de Lomas, Jorge Lugones. Los intendentes Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora; y Jorge Ferraresi, de Avellaneda; y hasta el cuñado del ex presidente Mauricio Macri, Salvatore Pica, e integrantes de la Comunidad del Pueblo Mapuche en Argentina.
Entre las maniobras investigadas en el caso hay distintas facetas. Por un lado están quienes fueron espiados, seguidos y también personas de los que hay material fotográfico y fílmico, en tanto que hay otro que involucra personas que aparecen mencionadas, sobre las cuáles se dialoga. Todo ese material debe ser cruzado a ver qué surge de allí, cómo se lo contextualiza.
El caso comenzó a instruirse en febrero pasado luego de que se entregara ante la justicia un acusado de narcotráfico que, cercado por la prueba en su contra en ese expediente, decidió cooperar con las autoridades. Pero su relato no quedó en la trama de narcotráfico que lo llevó tras las rejas sino que dio cuenta de la existencia de una abogado de la AFI. Identificado como F.M., ese abogado se volvió la puerta de entrada a un entramado cuyos alcances son, de momento, insospechados.
En un allanamiento a F.M. se secuestraron varios dispositivos, entre ellos su teléfono celular. De allí surgieron conversaciones donde daba cuenta de haber practicado tareas de espionaje interno a distintas personas y organizaciones. También se descubrió un documento nombrado como "sustooo.doc" que contenía una descripción objetiva de lo ocurrido con el ataque intimidatorio ocurrido en julio de 2018, en Callao y Arenales, donde vivía José Luis Vila, hombre de Cambiemos. Ese hecho fue el punto que cruzó al acusado de narcotráfico con el mundo de los espías. Desde entonces los hallazgos fueron elocuentes y lo que viene promete serlo aún más.
CD/FF