El exvicepresidente Julio Cobos salió a respaldar públicamente a Victoria Villarruel en medio del conflicto interno que atraviesa el gobierno de Javier Milei. “No le encuentro mucho sentido, desgastar una relación institucional con el que es el segundo responsable del país”, afirmó.
Cobos, quien fue vicepresidente durante el primer mandato de Cristina Kirchner y protagonista de la histórica votación contra las retenciones al agro en 2008, brindó declaraciones al canal TN en las que llamó a preservar el vínculo institucional entre el Presidente y su vice.
La disputa entre Javier Milei y su vice se intensificó tras la última sesión en el Senado, en la que se aprobaron iniciativas impulsadas por la oposición para aumentar jubilaciones y reforzar programas de asistencia a personas con discapacidad.
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La sesión fue habilitada por Villarruel en su rol de presidenta del cuerpo, y el oficialismo la interpretó como una maniobra que contradijo los intereses del Poder Ejecutivo.
Consultado sobre el funcionamiento del Senado, Cobos explicó que “siempre hay una figura clara para encargarse y de confianza del Presidente, en mi caso era Pichetto como presidente del bloque y en el caso de Macri fue Pinedo”.
En ese sentido, reconoció que dentro del bloque oficialista “a los senadores de La Libertad Avanza les falta experiencia, están en proceso de formación, es muy difícil encontrar una figura de reemplazo a la vice”.
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Sobre las funciones institucionales que debería cumplir Villarruel, agregó: “La vicepresidenta tiene que coordinar y velar también por la representatividad de las minorías y facilitando el tratamiento de proyectos incluso los que no son del oficialismo”.
Finalmente, proyectó el posible escenario posterior a las elecciones legislativas: “Veremos después de las elecciones qué figura aparece de preponderancia para conducir un bloque con mayor número y de mayor peso político para tratar los proyectos que le importan al Ejecutivo”.
La pelea entre Javier Milei y Victoria Villarruel
El enfrentamiento entre Javier Milei y Victoria Villarruel lleva meses, pero se intensificó luego de que la vice habilitara una sesión que el oficialismo buscó bloquear. La Cámara alta aprobó varias iniciativas que implican gasto fiscal adicional, algo que el Gobierno considera incompatible con su política de equilibrio presupuestario.
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En respuesta, el Presidente acusó a Villarruel de permitir un “intento de golpe institucional” y promovió una campaña pública de deslegitimación a través de redes sociales, a la vez que compartió mensajes que la tildaban de “traidora” y de haber sido funcional a la oposición.
Desde el oficialismo, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también criticó con dureza a Villarruel. La acusó de ser “cómplice del kirchnerismo” por no haberse retirado del recinto y por permitir que avanzaran proyectos que no contaban con aval del Ejecutivo.
La diputada Lilia Lemoine se sumó al conflicto con un mensaje en redes sociales en el que acusó a Villarruel de cuestionar su propio rol dentro del gobierno libertario y de no entender que su candidatura fue “una decisión política estratégica”, y acusó a la vicepresidenta de no respetar la línea interna de La Libertad Avanza.
Villarruel, por su parte, respondió mediante un mensaje publicado también en redes sociales donde cuestionó las prioridades del presidente Milei. “Que ahorre en viajes y en la SIDE”, escribió.
En otra declaración pública, pidió al Presidente que “se comporte como un adulto”, en alusión a lo que considera un comportamiento inmaduro por parte del mandatario. Sus palabras marcaron claramente un punto de quiebre en la relación institucional entre ambos.
Desde el Gobierno, el jefe de Gabinete Guillermo Francos reconoció públicamente que existe una crisis política entre Milei y Villarruel, aunque evitó calificarla como una crisis institucional.
Por el momento, no se produjeron encuentros cara a cara entre el Presidente y su Vicepresidenta, y tampoco está claro si Villarruel seguirá siendo considerada una interlocutora válida del Ejecutivo en el Congreso.
La falta de experiencia del bloque oficialista, las diferencias estratégicas entre las dos principales figuras del Gobierno y la incapacidad para construir consensos dentro del Senado generaron un escenario de fuerte tensión.
NG/LT
