“Les avisé lo que está pasando”. Quienes escuchaban a Mauricio Macri lo notaron entre aliviado y exultante. Es que ensayó, en su alocución, que la Argentina podría padecer una crisis económica y, a la vez, una suba ostensible de la cantidad de contagios si no cambiaba su estrategia desde abril. En una nueva reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio, el ex presidente, quien cumple la cuarentena de dos semanas tras haber regresado de Europa, se mostró esta semana reacio a sostener un buen vínculo con el oficialismo.
“A los que dicen ser racionales se los lleva puestos Cristina (Kirchner)”, les planteó Macri a los dirigentes, en alusión a Alberto Fernández y Sergio Massa. “Acá no hay un diálogo franco con el Gobierno, así no se puede hablar”, expresó sobre los vínculos tanto del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, con el presidente Alberto Fernández y con el gobernador Axel Kicillof, pero también del jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, con su amigo, Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados.
También, el ex presidente alertó sobre el avance de la vicepresidenta. “Ella tiene su agenda y avanza”, comentó, según pudo reproducir PERFIL. A pesar de ello, las fuentes coinciden en que hubo consensos generales y hasta emitieron un comunicado conjunto donde plantearon que debían encarrilarse las conversaciones con el Frente de Todos, en particular en el Congreso, para tratar temas centrales como “la reforma judicial, el Presupuesto nacional 2021 o la nueva ley de movilidad jubilatoria”.
Larreta participó poco tiempo del encuentro. Desde la sede gubernamental de Uspallata, en Parque Patricios, planteó que la oposición tiene que estar unida y “agrandar el centro” para la construcción. Luego dejó el Zoom.
Todavía en cuarentena, Macri se reunió con intendentes en su casa
Por su lado, Ritondo hizo un repaso de la situación en el Congreso con el conflicto por las sesiones virtuales. Algo que se terminó arreglando con un acuerdo con el oficialismo para tratar algunos proyectos en forma remota y otros, los más polémicos como la reforma judicial, en forma presencial.
Cruces. El toque distintivo lo dieron Patricia Bullrich, presidenta del PRO nacional, y el senador radical, Martín Lousteau, quienes se cruzaron con chicanas. Desde el sanatorio donde pasa sus días producto del Coronavirus, Bullrich dijo que a la idea de sumar a Margarita Stolbizer, como alienta un sector del frente opositor, primero hay que anteponerle los lineamientos y dar un debate hacia el interior de Juntos por el Cambio.
La presidenta del PRO iba y venía en su conexión: mantenía contacto con personal de la salud mientras participaba. Luego vino el cruce con Lousteau, a quien criticó por haber ido a visitar al presidente a Olivos para negociar la reforma judicial. Le dijo que no era la mejor estrategia y que la mayoría no estaba al tanto. El senador radical se enfureció y la acusó de transmitir, off the record, a los medios de comunicación cuestiones que, a su parecer, “debilitan” a Cambiemos. “Bueno, mejorate Patricia, después la seguimos”, cerró. En ese momento, intentó mediar Macri y les pidió: “Mejoremos las formas”.
Los escuchaban, entre otros, el senador Humberto Schiavoni, a quien también le diagnosticaron Coronavirus y cumple el aislamiento obligatorio en su Misiones natal. También, el peronista Miguel Pichetto; el titular de la Unión Cívica Radical, Alfredo Cornejo; los jefes de los interbloques de Juntos por el Cambio, el diputado radical Mario Negri y el senador, también radical Luis Naidenoff; y los “lilitos” Maximiliano Ferraro, Juan Manuel López y Maricel Etchecoin. No estuvo María Eugenia Vidal.