A pocas horas de haber acusado a Mauricio Macri de espiar “a sus propios dirigentes”, de tener “operadores judiciales” y de tildarlo de “populista institucional” en televisión el domingo pasado, el teléfono celular de Facundo Manes recibió un llamado: era el diputado del PRO Waldo Wolff. En un breve contacto, Wolff le adelantó que saldría a criticarlo públicamente. La charla fue áspera pero cordial. Algo similar, aunque por chat, le ocurrió con otros dirigentes. El neurocientífico intentó sostener sus palabras que irritaron a buena parte del frente opositor.
Con todo, Manes quedó en el centro de la escena de Juntos por el Cambio pero, justamente, por haber golpeado en un lugar sensible: el mundo del espionaje y la Justicia. Este fin de semana largo optó por recluirse con su familia para descansar. Intentó desconectarse del ruido. Pero no tiene pensado desdecirse, sino que continuará en su plan como precandidato presidencial 2023.
En este marco, entre sus íntimos repitió, hasta el cansancio, que no tiene ninguna intención de romper JxC y que la UCR es su partido de pertenencia. Sin embargo, sigue convalidando sus frases contra Macri: mantiene una pésima relación con el expresidente y sus palabras contra él forman parte de lo que íntimamente piensa. El exjefe de Estado suele quejarse del “ego” de Manes. Se habían encontrado a solas en las oficinas del creador del PRO en Avenida del Libertador el año pasado, a poco más de un mes que el neurólogo decidiera competir por una banca a diputado.
En este marco, el objetivo que tiene Manes es “ampliar” la coalición. Esto implica peronistas y “desencantados” con el oficialismo. Entre los suyos asegura que viene “una pelea muy fuerte para discutir la identidad” de JxC.
Además, quiere continuar con un discurso antigrieta. En eso coincide con Horacio Rodríguez Larreta, con quien mantiene una distancia política y hasta personal abrumadora. Quizá por ello se evitaron sigilosamente el miércoles en Córdoba cuando disertaron, uno antes que el otro, en la Unión Industrial provincial. Eso sí: las críticas a Macri lograron que todas las facciones del PRO terminen en su contra. Incluso el propio Larreta.
De todas maneras, el partido amarillo le eriza la piel a Manes: cree que fue una experiencia fracasada de 2015 a 2019 en lo económico, sobre todo, pero también en otros ámbitos como el educativo y en el desarrollo de la ciencia. Es más: asegura que fue Macri, con Marcos Peña y Jaime Duran Barba, quienes alentaron la grieta en esos años.
Dentro de la UCR tiene un férreo acuerdo con Maximiliano Abad, presidente del radicalismo bonaerense, sin embargo en el bloque en Diputados que conduce Mario Negri casi no tiene interlocutores. Es más: con Negri tiene un diálogo casi inexistente.
El diputado insiste en que no tiene intenciones de romper JxC pero sí discutir la identidad
A nivel nacional sus críticas a Macri le valieron un comunicado de la UCR nacional que conduce Gerardo Morales, el gobernador de Jujuy. Detrás de esa movida estuvo el senador Martín Lousteau, quien venía de sacarse una foto con Manes, adelantada por PERFIL. El neurólogo lo sintió como una estocada del senador, quien mantiene un acuerdo con Larreta que incluye una estructura de dos ministerios (Desarrollo Económico y Ambiente).
“Lousteau tuvo señales de diferenciación, sus diputados se fueron del bloque radical o anticipar que va a darle los votos al Presupuesto de Massa, ¿y es Manes el que quiere romper la coalición?”, se preguntan muy cerca del neurólogo.
El análisis que hizo en estas horas el diputado radical también incluyó una máxima: hay sectores de JxC a los que les “molesta”, según aseguran, que en todas las encuestas siga teniendo buenos números. “Hace 18 meses que está entre las mejores cuatro imágenes positivas del país”, afirman. Y agregan que, en definitiva, sus palabras no fueron más duras que las de Elisa Carrió o los cruces de Morales con Macri.
En los próximos días seguirá con su gira denominada “Empatía” (que incluye autos ploteados que recorren el país) en Santa Fe el martes y luego el viernes estará en el Coloquio de IDEA en Mar del Plata. Allí también podría cruzarse con Larreta. O quizás se eviten como en Córdoba.
