El diputado Máximo Kirchner afirmó anoche, durante un acto realizado en Florencio Varela, que "el adversario" del kirchnerismo "no está en las filas del peronismo", sino en "aquellos que quieren avanzar sobras las conquistas de los trabajadores".
Frente a los militantes, y en medio de la sangría de dirigentes que padece el Frente para la Victoria, el hijo de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner subrayó que "el adversario no está adentro del peronismo ni entre aquellos que abrevan en el movimiento nacional y popular", sino que está "en aquellos que quiere avanzar sobre las conquistas de los trabajadores obligando a resignar las paritarias".
A su vez, cuestionó al gobierno de Mauricio Macri al sostener: "No nos vamos a ordenar con ninguna embajada ni con ningún poder económico". "A esta dirigencia la ordena el pueblo", bramó.
En el mismo contexto, el miembro de La Cámpora reprochó que el jefe de Estado haya expresado que acepta ser evaluado desde los números de pobreza que publicó el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) esta semana, al indicar que "no deja de llamar la atención que alguien que asumió hace 10 meses la conducción del país nos diga a todos los argentinos que desde el miércoles acepta ser evaluado como Presidente".
"La verdad que es algo bastante extraño. Yo le podría contar lo que era la Argentina el 25 de mayo de 2003 y hablarle de lo que es una pesada herencia", expresó el diputado la noche del viernes, tras la inauguración de la unidad básica "Cristina Militante" de Unidos y Organizados, según consignó la agencia DyN.
Kirchner también consideró -según un comunicado de La Cámpora- que en la actual gestión se avecina "un sálvese quien pueda", por "el temor a perder el trabajo y que por esta situación "se acepta cualquier cosa por parte de los patrones".
Además, cuestionó a los que "son indulgentes con el gobierno y hasta han elogiado la feroz devaluación que cayó sobre las espaldas del pueblo argentino" y opinó que "seguramente piensan que de esta forma traicionaron a Cristina, y la verdad es que traicionaron a la gente que los votó".
"En política no hay traiciones personales, hay traiciones al pueblo y a un proyecto político", sentenció Kirchner, quien indicó que "no hay que resignar la política a ver en qué lugar de la lista va cada uno", concluyó.