Los intendentes de la provincia de Buenos Aires acostumbran a renovar una y otra vez sus mandatos. En algunos casos llegaron a estar al frente de sus municipios por más de dos décadas. Son pocos los jefes comunales que, una vez que alcanzaron la intendencia, están dispuestos a desprenderse del poder territorial, clave al momento de una elección. Y la costumbre no cambia.
En los comicios de octubre, ocho alcaldes pusieron sus apellidos en una boleta electoral y ahora deberán asumir sus bancas. Según la Ley Orgánica de las Municipalidades, los intendentes deberían renunciar a su función, pero –sin distinción de color político– hay quienes optan por pedir licencia y tener la posibilidad de volver a gobernar el distrito ante cualquier situación adversa.
El caso del jefe comunal de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, fue el que mayores suspicacias despertó. El primer candidato del Frente para la Victoria decidió tomar licencia de la intendencia luego de algunos cruces con el propio oficialismo.
Insaurralde –quien ya se sacó una foto con su competidor Sergio Massa– prefiere conservar la posibilidad de volver a gobernar Lomas en caso de que la relación con el kirchnerismo empeore. Su distrito posee 456 mil votantes (más electores que varias provincias como Chubut, Formosa, San Luis, o Neuquén) y, como el resto de municipios del Conurbano, resulta un botín atractivo para cualquiera que busque disputar la gobernación o la presidencia.
El mismo camino de Insaurralde lo siguió el intendente de Coronel Suárez, Ricardo Moccero, también del Frente para la Victoria. El intendente, que ganó su banca como diputado provincial, logró por apenas un voto que el Concejo Deliberante le apruebe la licencia, ya que la oposición buscó que renuncie como lo indica el artículo 7 de la Ley Orgánica de las Municipalidades que dice: “Las funciones de intendente y concejal son incompatibles con las de gobernador, vicegobernador, ministros y miembros de los poderes legislativo o judicial, nacionales o provinciales”.
En tanto, en el Frente Renovador liderado por Sergio Massa, dos de sus intendentes harán uso de la licencia sin renunciar a sus municipios. Se trata de Sandro Guzmán (Escobar), electo diputado nacional; y Patricio Hogan (General Alvarado), electo senador provincial. “La renuncia me parece algo muy brusco, no me gusta renunciar a nada”, se justificó Hogan.
Quien sí renuncia es el alcalde de Pergamino, Héctor “Cachi” Gutiérrez, quien fue electo diputado nacional por el Frente Progresista Cívico y Social. En tanto, en el Frente Renovador, al jefe comunal de General Villegas ya le aceptaron la renuncia, mientras que el intendente de Almirante Brown y segundo en la lista de diputados nacionales, Darío Giustozzi ya presentó ante el Concejo su renuncia y espera que la aprueben en la próxima sesión.
Por su parte, Sergio Massa anunció que renunciaría al municipio. Sin embargo, a cuatro días de asumir su banca, PERFIL no pudo obtener la confirmación oficial.
Los presidenciales llegan a la Cámara de Diputados
El miércoles tomarán juramento 127 diputados nacionales. Entre las principales figuras que integran la nueva composición del Congreso estarán Sergio Massa, Hermes Binner y Julio Cobos. Será entonces una Cámara con una inusual convivencia de dirigentes con aspiraciones presidenciales. El mismo día de la asunción prevista para el mediodía, se designarán las nuevas autoridades. El presidente de Diputados, Julián Domínguez, sería confirmado en su cargo hasta 2015. El Frente para la Victoria revalidaría también la vicepresidencia primera del cuerpo, comandada por Norma Abdala de Matarazzo.
Entre propios y aliados, el kirchnerismo mantendrá la mayoría. La segunda vicepresidencia será para el Radicalismo, mientras que la tercera (hoy en manos del socialismo) se disputa entre massismo y el macrismo. En esta nueva composición, habrá por primera vez tres diputados del Frente de Izquierda (FIT).