Las sesiones extraordinarias previstas para febrero podrían fracasar y, de este modo, el año parlamentario comenzaría el 1 de marzo próximo por falta de acuerdos en los proyectos a tratar.
El oficialismo no cuenta por el momento con acuerdos parlamentarios para aprobar los tres proyectos más importantes que impulsa: las reformas laboral y electoral, y la de la ley orgánica del Ministerio Público. Ninguna de las tres iniciativas contaría con el respaldo de la totalidad del Bloque Justicialista.
El miércoles el jefe del Bloque Justicialista en el Senado, Miguel Ángel Pichetto se reunió con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y le transmitió que no compartía la urgencia que mostraba el Poder Ejecutivo por sesionar en febrero.
"Hay que dejar que el Congreso funcione en el tiempo de las sesiones ordinarias. Los proyectos que necesitaba el Ejecutivo para gobernar fueron sancionados en diciembre por ambas cámaras", argumentó Pichetto, según consignó la agencia Noticias Argentinas.
En la agenda legislativa para febrero figuran también el proyecto de financiamiento productivo (mercado de capitales) y la reforma de la ley de defensa de la competencia. Las dos iniciativas fueron aprobadas por la Cámara de Diputados en noviembre y giradas al Senado.
El Poder Ejecutivo incluyó el proyecto de financiamiento productivo en la agenda de las sesiones extraordinarias de diciembre, pero no llegó a tratarse. Del listado de normas incluidas en las extraordinarias de diciembre también quedaron pendientes la modificación del Ministerio Público, la reforma laboral y la creación de un régimen especial para la donación de alimentos.