La carne vacuna, que tuvo un gran peso en el índice de inflación de febrero, podría seguir por ese camino y aumentar entre un 20 y un 25% más en el corto plazo, debido a las consecuencias de la sequía que siguen impactando en la oferta y los costos de producción.
Así lo advirtió el representante de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes, Miguel Schiariti. Si bien la situación era previsible, ya que la carne vacuna aumentó durante 2022 menos que la inflación, la sequía agregó un ingrediente de gran importancia y que suma combustión a los precios.
“Si comienza a llover de manera normal se vienen nuevos aumentos, porque si esto pasa aparece el pasto en 20 o 30 días”, aseguró Schiariti en declaraciones a radio Rivadavia. Eso se explica porque el año pasado el productor “que anticipó ventas el año pasado y que produjo a pérdida mantuvo la sobreoferta”, tiene un atraso muy fuerte respecto a costos. “Al haber pasto el productor va a retener hacienda para engordarla”, lo que, aseguró, “es mucho más lento que lo que se hizo el año pasado con el cereal”.
Por otro lado, afirmó que los aumentos no solamente están previstos para los próximos meses, sino también para lo que resta de este año y el que viene. “Tuvimos una seca en primavera, que es el momento en el que se intente que se preñe la vaca”, pero, con animales mal alimentados “tenemos bajos índices de preñez”, con lo que se calcula que habrá unos 800 mil terneros menos para 2024.
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En diálogo con PERFIL, el presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes agregó también que una de las consecuencias de la sequía fue el incremento de los rollos de pasto que algunos productores empezaron a usar, pero aclaró que hay escasez, porque “a esta altura rollos de pasto ya no hay prácticamente en ningún lado” y los precios aumentaron estrepitosamente. Cada rollo, que se utiliza para alimentar por a un rodeo de 40 o 50 vacas, “cuesta cerca de 30 mil pesos”. Para alimentar esos animales se utilizan, además, dos o tres por día.
“En el caso del maíz, en enero del año pasado costaba 19 mil pesos. Hoy cuesta 51 mil, concluyó Schiariti.
Sergio Pedace, vicepresidente de la Cámara Argentina de Matarifes y Abastecedores (CAMyA), aseguró a PERFIL que si bien se pensó que los precios podían llegar a un techo “va a empezar a faltar la hacienda, a faltar la carne, y por lo tanto los precios van a seguir aumentando en el corto plazo”.
En este sentido, y al igual que Schiariti, Pedace consideró que “la sequía el principal problema que va a traer es vacas más flacas” que no van a poder preñarse, y a eso hay que agregar que “estamos entrando el invierno y va a ser todavía más complicado”. Entonces, concluyó, si bien no tienen previsiones sobre cuánto o cuándo puede subir, “cuando baja la oferta el precio sube”.
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Según el último informe de la CAMyA, en diciembre de 2022 se calculó un consumo de carne bovina de 53,6 kilos por persona por año, una cifra que implicó un crecimiento del 6,2% respecto a diciembre de 2021. El hecho de que estos cortes aumentaran menos en proporción que los alternativos explica este crecimiento, cuya tendencia se vio afectada desde enero por los incrementos atrasados que empezó a sufrir la carne vacuna.
En cuanto a los cortes complementarios, como el pollo y el cerdo, las condiciones climáticas también impactaron en el aumento de los costos. “La baja en el maíz y la soja por la sequía tiene una consecuencia bastante complicada porque aumentan los costos de producción”, comentó a PERFIL Juan Luis Uccelli, consultor del sector porcino. “La carne de cerdo aumentó por debajo de la inflación de los costos de producción”, aseguró el especialista, que agregó que no prevé una aceleración del precio de los cortes alternativos, pero sí “un acompañamiento con el índice de inflación”, porque “el cerdo no se va a quedar atrás, pero tampoco va a quedar adelante”.
Con respecto al aumento de los costos de producción, Uccelli aseguró que “la mayoría se absorbe y se achica la rentabilidad”. Aseguró que “algunos están con rentabilidad positiva mediana, otros ajustada y otros perdiendo plata”, pero comparando el comportamiento de los mercados de manera anual y no mensual “sigue siendo rentable”.
Por ahora, aseguraron los especialistas, todo depende de cómo se comporte el clima y las consecuencias de la sequía, que, a pesar de las incipientes lluvias, todavía sigue teniendo impacto en los precios.
