Sergio Massa ya tiene el objetivo en la mira. El presidente de la Cámara de Diputados viaja este sábado a Estados Unidos para que Joe Biden acepte reunirse con Alberto Fernández en Washington, y, si es posible, fijar la fecha.
Para eso, Massa mantendrá una serie de encuentros con funcionarios de primera línea y dirigentes del Partido Demócrata, como el ex mandatario norteamericano Bill Clinton. Si bien no figura en la agenda, en el entorno del tigrense no descartan que pueda darse un encuentro también con representantes del Fondo Monetario Internacional.
“Sería muy bueno que volvamos con la confirmación de una reunión entre Alberto (Fernández) y Biden, ojalá lo podamos conseguir”, deslizó una fuente que acompañará a Sergio Massa en su objetivo. “Estamos trabajando a cuatro manos, afinando todo para que salga todo bien y se le ocurre salir a decir esto”, comentó con cansancio y molestia, en referencia a los insólitos dichos del Presidente sobre el origen de los mexicanos, brasileños y argentinos.
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“No lo tenemos en agenda, pero no descartamos que se dé una reunión con el FMI. Nos gustaría, claro. Pero veremos qué pasa”, explicaron cerca de Massa y dejaron la puerta abierta para una eventual reunión con dirigentes del organismo que le prestó 55 mil millones de dólares a la Argentina.
En la comitiva que lo acompañará también destacan la importancia geopolítica. Sobre todo después de la teleconferencia pública que mantuvo Fernández con el mandatario ruso Vladimir Putin y del voto argentino en la ONU que excluye a Hamas de la investigación de crímenes de guerra en Medio Oriente. El tigrense siempre tuvo buena relación con los Estados Unidos.
El domingo 6 Massa estuvo tres horas en Olivos conversando con Alberto Fernández sobre el viaje. El Presidente marcó la importancia que tiene para el Gobierno una reunión con Joe Biden, más después de hacerle el máximo elogio que un peronista le puede hacer a otro político, compararlo con Juan Domingo Perón.
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La estrategia de sumar apoyos para negociar la deuda
El viaje del tigrense es parte de la estrategia que el Gobierno implementó desde el primer momento para negociar los pagos de la deuda: conseguir la mayor cantidad de apoyos en todo el planeta. Así lo hizo con los acreedores privados el año pasado y ahora lo repite para discutir con el Club de París y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esta no va a ser la primera jugada de Massa en este sentido. Ya consiguió que casi 70 legisladores estadounidenses presenten una resolución para que la Casa Blanca le exija la suspensión del pago de la deuda argentina, y de otros países, al FMI. Esto lo logró por el buen vínculo que tiene con el titular de la Comisión de Relaciones Exteriores de Estados Unidos, Gregory Meeks.
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Con este dirigente se reunirá el lunes por la tarde después del encuentro que tendrá con Jorge Argüello, embajador argentino en Estados Unidos. La agenda comenzará el domingo por la noche con una cena con el asesor de Biden, Juan González, uno de los hombres de máxima confianza en la Casa Blanca. El plato fuerte será el jueves a las 19 cuando Bill Clinton lo reciba en sus oficinas.
También conversará con Julie Chung, subsecretaria del Departamento de Estado para América Latina. En abril de este año, Massa la recibió en su casa de Tigre donde compartieron un asado. También participó González, que estaba de visita a la Argentina. El eje principal fue la deuda con el FMI.
