La presidenta de la Nación volvió hoy a hablar desde la tribuna. En Casa Rosada, y frente a militantes y seguidores que la coreaban, la mandataria anunció una nueva refinanciación de deudas provinciales y nuevas formaciones ferroviarias. Dio buenas noticas en medio del tenso clima político y social que se vive tras la muerte del fiscal Alberto Nisman.
En un pasaje final de su discurso, Cristina defendió la libertad de expresión y de prensa en Argentina y cuestionó a quiénes dicen que ella no tiene que hablar más. “El artículo más importante de la Constitución es del 16”, señaló CFK, en relación al apartado en la carta magna que indica la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, “incluso para esta Presidenta”.
A continuación citó como ejemplo “un tuit” de una persona que “no voy a nombrar”. Se refería a un mensaje de Diego Lagomarsino, el asesor de Nisman, hoy en el centro de la escena por haberle prestado el arma al fiscal.
El polémico mensaje decía: “Por ciertos acontencimientos de hoy tengo ganas de decir: Kretina andate a la concha de tu putísima madre hija de puta! Amén”. El tuit fue publicado el 8 de mayo de 2013. “Lo único bueno que decía era Amén”, señaló la Presidenta en un intento por “traducir” en otras palabras el mensaje.
La Presidenta ya había apuntado contra él en su cadena nacional: dijo que “llamativamente” había pedido turno para tramitar su pasaporte el mismo día que Nisman presentó la denuncia en su contra y que fue la última persona que lo vio con vida. Insinuaciones presidenciales que luego el kirchnerismo alimentó, como Aníbal Fernández, que aseguró que Lagormasino era un espía. El abogado del asesor de Niman demintió a CFK cuando señaló que el turno lo había solicitado en diciembre.
