A tres meses de la muerte de María Kodama, la Justicia declaró a sus cinco sobrinos como herederos universales de la escritora, con lo que se convirtieron en representantes legales de la obra de Jorge Luis Borges hasta 2056.
Se trata de los hijos de Jorge Kodama (hermano de la escritora) y María Luisa Massini: Mariana del Socorro, Martín Nicolás, María Victoria, Matías y María Belén. Todos ellos heredaron los bienes inmuebles, los muebles y el patrimonio de la viuda de Borges, inclusive las deudas, si hubiera. En el escrito, se informó además que María Kodama era un año mayor que su hermano.
Fernando Soto: "Es increíble que María Kodama no haya dejado testamento"
La declaratoria de herederos fue dictada por el Juzgado Civil N° 11, a cargo de la jueza Alejandra Abrevaya. En la resolución 21583/2023, el juzgado resolvió: "Declarar, en cuanto hubiere lugar por derecho, que, por el fallecimiento de María Kodama le suceden, en su carácter de universales herederos sus sobrinos Mariana del Socorro Kodama y Massini, Martín Nicolás Kodama y Massini, María Victoria Kodama y Massini, Matías Kodama y Massini y María Belén Kodama y Massini", a la par que sostiene que "han sido las únicas personas presentadas en autos invocando derechos hereditarios".
La sucesión incluye también la titularidad de los derechos de autor de toda la obra literaria de Borges, además de todas las medallas, condecoraciones y distinciones recibidas por el escritor a lo largo de su vida. "Ellos heredan toda la obra de Borges y heredan todo el patrimonio cultural, físico, objetos y propiedad intelectual, absolutamente todo", confirmó a Télam Fernando Soto, quien fue durante años representante legal de Kodama e integra la Fundación Internacional Jorge Luis Borges.
María Victoria –abogada que se representó a ella misma y a sus cuatro hermanos–, había indicado a PERFIL que "nosotros continuaremos en el mismo camino que María (Kodama) durante tantos años, con el mismo agente literario y en contacto con los miembros de la fundación (Borges) para iniciar esta nueva etapa cuando seamos declarados herederos". "Continuaremos asesorándonos y escuchando a los expertos en miras a difundir la obra de Borges de la mejor manera, como entendemos lo hizo ella en vida", agregó la mujer en una entrevista con este medio antes de la resolución judicial.
Ante la demanda interpuesta en abril para ser reconocidos como herederos del patrimonio Kodama, dentro del que se encuentra el legado de Borges, los demandantes habían solicitado un inventario provisional y secuestro de bienes muebles como, por ejemplo, "importantes obras literarias, premios y condecoraciones (…) manuscritos, fotografías, material periodísticos, títulos de propiedad (…) todo de gran valor literario e histórico que debe salvaguardarse".
Sumado a esto, habían solicitado que se decretase la inhibición general de bienes y medidas tendientes a informar al juzgado la existencia de cuentas bancarias, cajas de ahorro y de seguridad, así como también de propiedades a nombre de María Kodama. Además, pidieron que se "ordene librar oficio al registro de la Propiedad Intelectual a los fines de que informe la totalidad de las obras de propiedad intelectual bajo la titularidad de la Sra. María Kodama y el Sr. Jorge Luis Borges".
Kodama, también escritora, fue colaboradora de Borges, de quien se convirtió en 1979 en heredera universal. Murió el 26 de marzo a los 86 años, y según su abogado no llegó a concretar un testamento. En los últimos meses, Kodama, enferma de cáncer, vivió sola en un hotel de Buenos Aires. Muchas décadas antes se había alejado de su hermano Jorge y de su familia, según allegados.
El autor de "Ficciones", "El Aleph" e "Inquisiciones", considerado como uno de los más importantes escritores del siglo XX, había fallecido también a los 86 años, en junio de 1986, en Ginebra, dos meses después de casarse con Kodama, 38 años menor y quien lo acompañaba desde su juventud.
En Buenos Aires, Kodama creó la Fundación Borges, de la que era la directora. Su herencia incluye la casa que le sirve de sede, en el barrio de Recoleta, además de departamentos en Buenos Aires, París y Ginebra, según su abogado. Pero hasta ahora se desconoce con exactitud qué incluye el archivo del escritor, que no llegó a ser catalogado por ninguna institución internacional.
ds