Después de poner en pausa la música y el modelaje para cumplir con su tarea de primera dama durante cinco años, Carla Bruni volvió con nuevo disco, shows y un contrato para ser la cara de Bulgari. Sonriente y despreocupada a pesar de que su marido, el ex presidente francés Nicolás Sarkozy, atraviesa una situación complicada ante la Justiccia, se la vio este jueves en la entrega de los premios Echo, en Berlín. Elegante, optó por el look más sobrio posible: un traje de chaqueta, pantalón y camisa en riguroso negro, que descontracturó con un maquillaje muy natural y el pelo suelto.
Con la sensibilidad que la caracteriza, cantó sobre el escenario alemán Mon Raymond una especie de carta de amor hacia su marido, Sarkozy, cuyo video se acaba de estrenar. El tema pertenece a su último álbum, Little french songs, que marca su regreso a la canción y que, aunque no salió a la venta todavía –saldrá el 1º de abril–, ya está dando mucho que hablar. La letra más comentada es la de la canción El pingüino, que para muchos es una crítica al actual presidente galo, François Hollande, a quien algunos apodan de esa manera. Pero la ex primera dama acaba de desmentir que se refiera a quien fue el adversario de su marido. “Habla de la gente desagradable en general. El texto no tiene ninguna interpretación política, mis canciones no la tienen, tienen interpretaciones sentimentales, sean positivas o negativas”, aunque no consiguió cerrar la polémica.
Sin fueros ante la ley
A diez meses de haber abandonado el Palacio del Elíseo, Nicolás Sarkozy está envuelto en un escándalo. Este jueves fue imputado por un delito de abuso de debilidad de Liliane Bettencourt, la mujer más rica del Francia, según la revista Forbes y heredera del grupo L’Oréal, de quien habría conseguido, al menos, 150 mil euros para su campaña política previa a su asunción en 2007. El juez de Burdeos Jean-Michel Gentil tomó la decisión tras un careo mantenido por Sarkozy con cuatro integrantes del servicio doméstico de la anciana multimillonaria. En 2010 el ex presidente también había declarado por el mismo caso, pero se había librado de ser imputado por falta de pruebas. Sin embargo, esta vez las cosas fueron diferentes. Los cargos por los que por el momento no está involucrado son los de financiación ilegal de partido político.