Joven millonaria, emprendora en el mundo de la moda y famosa influencer, Vittoria de Saboya construyó su propio camino y antes de cumplir 18 años ya había consolidado su marca personal. Un destino poco imaginable para quien será, desde ahora, la heredera de la dinastía en Italia que reinó hasta 1947 y que, de restaurarse la monarquía, tiene derecho a ser reina.
La princesa Vittoria de Saboya tiene 19 años, es bisnieta del último rey de Italia, Umberto II, y por decisión de su abuelo se convertirá en la primera heredera mujer de la dinastía Saboya, de 1.000 años de antigüedad. Y aunque la casa ya no reina en Italia, que es una república desde hace 75 años, la joven tendrá la responsabilidad de custodiar el legado familiar, muchas veces controvertido.
Hace dos años, el abuelo de Vittoria, el príncipe Víctor Manuel de Saboya, sacudió el tablero de la batalla dinástica que libran los descendientes de los reyes de Italia al nombrar a su nieta como heredera. Y fue una noticia asombrosa porque la ‘ley sálica’ prohíbe que una mujer herede la jefatura de una familia que pasó de hombre a hombre desde el año 1003.
El último movimiento de Vittoria hacia el hipotético trono de Italia fue impulsado por su padre, el príncipe Emanuel Filiberto, que anunció que renunciará a su derecho al trono para dejarle el lugar a su hija. “Me haré a un lado y dejaré que una mujer se presente una vez más, estoy seguro de que lo hará mejor que yo”, dijo en una entrevista.
“Fue mi padre quien tomó esta decisión que me parece muy acertada y moderna”, reflexionó Emanuel en Il Corriere. No dijo nada, sin embargo, de la pelea interna que libra con sus primos lejanos, los duques de Saboya, que reclaman para sí la herencia de la monarquía italiana.
El príncipe agregó: “Todo el mundo se está dando cuenta, aunque un poco tarde, de que la inteligencia y la sensibilidad de las mujeres a cargo pueden ser maravillosas. La Ley Sálica es anacrónica, está pasada de moda. Los hombres no tienen nada más, si es que algo menos”.
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Vittoria Cristina Chiara Adelaide Maria de Saboya, nacida en 2004, es la primera de las hijas del príncipe Manuel Filiberto de Saboya, príncipe de Venecia, y de su esposa, la actriz francesa Clotilde Coureau. La princesa (que tiene una hermana menor, Luisa) ahora reside en París y trabaja en la consolidación de su propia marca de moda.
Su perfil de Instagram tiene más de 77.000 seguidores y en su página aparecen fotos de sesiones fotográficas de algunas de las marcas de moda francesas más importantes como Dior y Carita.
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Su hija, dice Manuel Filiberto, “es sensible e inteligente, abierta”. “Ama mucho el contacto humano, se preocupa por lo que ve a su alrededor. En cuanto estalló la guerra en Ucrania, partió inmediatamente con la Cruz Roja para llevar ayuda”, relató.
Al cumplir 16 años, Vittoria recibió de su abuelo el título de Princesa de Carignano, su hogar ancestral. “Fue el mejor regalo que me pudo dar”, dijo la joven en Instagram. Pero dijo entonces que, para ella, el concepto de monarquía era “abstracto” y que está tratando de averiguar qué quiere hacer en la vida.
Victoria es bisnieta de Umberto II (1903-1983), el último rey de Italia, que fue obligado a partir al exilio después de la desastrosa Segunda Guerra Mundial, cuando la familia Saboya apoyó las leyes raciales de Mussolini. Esto le valió a toda la familia el exilio y una prohibición de pisar suelo italiano que duró más de 50 años. Cuando se le preguntó si Italia está lista para el regreso de la monarquía, la princesa Vittoria notó que “Italia no es realmente progresista”, pero agregó que “aprenderán”.
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Se dice que Vittoria heredó mucho de su bisabuela, la reina María José (1906-2001), a quien los italianos recuerdan como una mujer temperamental. “Mi nonna, Maria José, era extraordinario”, dijo Manuel Filiberto. “Siempre me ofrecía un libro para leer y luego lo hablábamos. Me habló de los grandes encuentros que había tenido, desde Charlie Chaplin hasta Einstein y D'Annunzio. Tenía alma de rock & roll, creció en la corte belga y era muy abierta culturalmente”.
Manuel Filiberto, de 53 años, vive con su esposa Clotilde y su hija menor entre el Principado de Mónaco y Estados Unidos, pero pasan largas temporadas en Perugia, (Italia), donde los descendientes de la dinastía Saboya tienen una gran villa en el campo y en la que producen vino y aceite.
El príncipe sin corona está seguro de que Vittoria será una buena heredera, como las anteriores reinas de Italia. Y recuerda el caso de su tatarabuela, la reina Margarita, “quien inauguró la corte de la Casa de Saboya, organizando bellísimos eventos y mundanizando la monarquía”.
La siguiente reina, Elena, “fue una mujer de gran caridad, cuando se produjo el terrible terremoto de Messina gastó mucho dinero abriendo un hospital de campaña donde fue la primera en ejercer como enfermera de la Cruz Roja”. “Durante la Segunda Guerra Mundial transformó las salas del Quirinale en un hospital militar”, recordó.
Si bien no está claro qué implicará el papel de Vittoria en el futuro, su padre dijo hace dos años que la “curiosidad” natural de la joven princesa será aprovechada. El príncipe cree que el nombramiento de su hija como heredera fue un cambio necesario en la tradición para modernizar y reflejar el clima social actual.
Solo resta por ver si la República de Italia quiere volver a ser una monarquía.
ds