El 14 de septiembre de 1990 Martha Pelloni encabezó la primera "Marcha del Silencio" por las calles de Catamarca. Fueron 66 en total. María Soledad Morales, una adolescente de 17 años que cursaba quinto año y quería ser maestra jardinera, había sido hallada asesinada cerca del complejo deportivo de Villa Parque Chacabuco. La habían sometido sexualmente y atacado a golpes con tanta violencia que tenía la mandíbula destrozada y el cráneo prácticamente aplastado.
La primera versión oficial apuntó a su novio, Luis Tula. Y no estaba tan alejada de la realidad, solo que Tula no era el único responsable como el poder político catamarqueño intentaba instalar rápidamente para cerrar el círculo y cubrir al verdadero homicida: Guillermo Luque, el hijo del diputado nacional Angel Luque. El crimen de María Soledad provocó la caída del gobierno de Ramón Saadi y la intervención de la provincia.
Aquella monja, que se convirtió en un símbolo de la lucha contra la impunidad del régimen gobernante, reaparecería años más tarde frente a otro femicidio con los mismos ribetes que el Caso Soledad: el horrendo asesinato de Paulina Lebbos, una estudiante tucumana de 22 años que cursaba el tercer año de Comunicación Social.
Paulina había desaparecido el 26 de febrero de 2006 después de ir a bailar con amigas (es increíble como la historia siempre vuelve a repetirse). Como María Soledad, Paulina fue a un boliche de San Miguel para celebrar el final de una materia. En aquella fiesta habrían estado algunos “hijos del poder” tucumano. Trece días después aparecería asesinada a un costado de la ruta provincial 341. El cuerpo estaba irreconocible: presentaba heridas de arma blanca, agujeros en el cuero cabelludo y quemaduras de cigarrillos.
Alberto Lebbos, su papá, apuntó desde un primer momento contra Daniel y Gabriel Alperovich, los hijos del ex gobernador de Tucumán e histórico dirigente peronista, y Sergio Kaleñuk, hijo de Alberto, ex secretario del mandatario provincial. Sin embargo, nunca logró llevarlos a la cárcel y con el paso del tiempo las acusaciones se fueron diluyendo con dilaciones judiciales y situaciones realmente sospechosas.
Lebbos denunció un sinfín de irregularidades desde el minuto cero: la escena del crimen había sido alterada (ratificado por el perito que sacó las primeras fotografías del cuerpo de Paulina y declaró en uno de los tres juicios), destruyeron pruebas genéticas, las muestras levantadas en el lugar fueron mal preservadas, amenazaron a los baqueanos que hallaron el cuerpo y hasta los oficios fueron falsificados.
La cadena de encubrimiento fue descomunal. Carlos Albaca, el segundo fiscal que tuvo el caso, terminó condenado a seis años de prisión. No siguió las pistas que apuntaban al poder político, dejó que se pudran pericias clave y otras directamente no las ordenó; se perdieron evidencias, y mucho tiempo.
"Cuando yo estaba haciendo la denuncia por la desaparición de Paulina, el subjefe de policía estaba hablando con el secretario Kaleñuk sobre esa situación. Todas estas maniobras arrancaron desde el primer día y se fueron perfeccionando a lo largo del tiempo cuando aparecieron actores destacados, como el ex gobernador Alperovich o el fiscal Noguera”, recuerda Lebbos a PERFIL.
Una relación tóxica, desaparición y posible femicidio: las 10 claves del caso de Cecilia Strzyzowski
Como en Catamarca con María Soledad Morales o en Tucumán con Paulina Lebbos, la desaparición de Cecilia Strzyzowski (28) vuelve a interpelar fuerte al poder político. En este caso con la figura del hombre más poderoso e influyente de la provincia: Jorge Capitanich, actual gobernador de Chaco.
Emerenciano Sena (58), principal líder piquetero de la provincia y precandidato a diputado provincial, y su esposa Marcela Verónica Acuña (51), precandidata a intendenta de Resistencia por el Frente Chaqueño, están detenidos por su presunta vinculación con la desaparición de su nuera, quien fue vista con vida por última vez el 1 de junio pasado. También César (19), uno de sus hijos, y pareja de la víctima.
La principal hipótesis que manejan los investigadores es que Cecilia fue asesinada en la casa de los padres de su marido. La prueba que tienen es contundente: una cámara de seguridad habría registrado el ingreso de la mujer, pero no su salida. Dos horas más tarde aparecería en escena César con varias bolsas negras que luego carga en una camioneta. Gloria Romero, mamá de Cecilia, ya perdió la esperanza de encontrarla con vida: “Ya es tarde, mi hija está muerta”, reconoció en las últimas horas.
Lebbos, que lleva más de 17 años buscando Justicia por su hija, asegura que la mujer tendrá una batalla durísima por delante. “Le digo que se prepare con mucha fortaleza para una lucha larguísima. Y le pido a todo el pueblo del Chaco y a todo el país, que la ayuden. No hay palabras para describir el esfuerzo que va tener que hacer”, advierte.
El padre de Paulina reconoce que el caso de su hija tiene muchos puntos en común con el de Cecilia. “No veo algunas coincidencias, veo muchísimas coincidencias. Estas situaciones de delincuentes que se disfrazan de funcionarios públicos, de políticos, cometen los crímenes más atroces porque se sienten poderosos, se sienten impunes, y creen que pueden hacer lo quieren. Matan más con lapiceras que con armas. Censuran, tapan y esconden lo que ocurre porque saben que esa invisibilidad con lleva impunidad", dice a PERFIL.
Quién es Emerenciano Sena, el detenido por la desaparición de Cecilia Strzyzowksi
"El Caudillo del Norte"
Emerenciano es la cabeza del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD), una organización social que nace a fines de la década del 90. En 1998, durante las protestas por las inundaciones que afectaron a varios barrios de Resistencia y Barranqueras, el MTD construyó una vivienda precaria frente a la Casa de Gobierno del Chaco. La llamaron el "rancho de la dignidad". Buscaba visibilizar las condiciones precarias de vida de los desempleados.
Sena comenzó a ganar protagonismo a medida que crecían los reclamos y los cortes de ruta durante la crisis de 2001. Con el tiempo fue sumando planes sociales, subsidios y créditos para sus afiliados, convirtiéndose en el principal representante de los más necesitados.
Como todo líder social comenzó a tejer alianzas y concretar acuerdos con el poder de turno. Se convirtió en un alfil de “Coqui” Capitanich, a quien eligió como padrino de su boda, el 7 de diciembre de 2012, y además le encomendó el prólogo de su libro biográfico “Emerenciano, el Caudillo del Norte”, en el que el gobernador lo definió como “el único marxista católico que conoce”.
En la década pasada, Sena también se mostró cerca de Domingo Peppo, gobernador de Chaco entre 2015 y 2019 y actual embajador de Argentina en Paraguay. Con el que no entabló una buena relación fue con el vicegobernador Juan Carlos Bacileff Ivanoff, quien reemplazó a Capitanich cuando lo nombraron jefe de gabinete de la Nación, desde noviembre de 2013 hasta febrero de 2015.
Bacileff Ivanoff lo llamó “apretador profesional” y “estafador de los humildes”. “Son mercenarios que andan en camionetas 4x4 y tienen casas millonarias”, dijo en clara referencia a Sena. El líder del MTD le respondió con dureza: lo comparó con el dictador Jorge Videla y hasta con Adolf Hitler, y pidió la intervención federal de la provincia.
Patrimonio
Según registros previsionales, tanto Sena como su mujer figuran como empleados de la Fundación Madres Plaza de Mayo y el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de Chaco, desde el año 2013 hasta el 2023.
En la casa de la calle Santa María de Oro al 1400, donde se sospecha que Cecilia pudo haber sido asesinada, los investigadores encontraron más de 6 millones de pesos y automáticamente la Fiscalía Federal de Resistencia, a cargo de Patricio Sabadini, inició una causa por los delitos de evasión y lavado de dinero. Hasta ahora nadie sabe el origen de ese dinero.
Los tres principales apuntados -además de César y sus padres hay cuatro detenidos más- están acusados por el delito de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”. Ninguno aceptó declarar, y esta mañana el abogado de César anunció su renuncia a la defensa por “diferencias irreconciliables”.
"Se incorporaron elementos de pruebas que me impiden seguir ejerciendo eficazmente la defensa de mis representados", explicó José Díaz, quien además asistía a otros dos acusados, Fabiana González y Gustavo Obregón, cercanos a Sena. "Son pruebas contundentes que no resultan de la declaración testimonial, sino de dos allanamientos, son todas muy objetivas", amplió el abogado.
Desde que empezaron a ser interpelados, Sena y Acuña evadieron a la familia de Cecilia, instalaron versiones falsas y hasta plantearon una hipótesis política. La mamá del principal acusado aseguró que su nuera estaba viva, una posibilidad que por estas horas suena descabellada. Parecía más pendiente de las elecciones del domingo 18 de junio. Acaso, ¿se sentía impune?
LN / ds
