La historia espanta por la perversa conducta del condenado, que probablemente deje secuelas de por vida a las víctimas, nada más y nada menos que sus cuatro nietos, tres nenas de 13, 11 y 7 años y un varón de 9.
El terrible caso se produjo en Guaymallén, en la provincia de Mendoza. El sujeto fue condenado a diez años de prisión al ser hallado culpable de violar y abusar sexualmente de sus cuatro nietos menores de edad en forma reiterada durante más de un año, según informaron hoy fuentes judiciales.
La sentencia fue dictada ayer por la Tercera Cámara del Crimen a un hombre de 56 años cuyo nombre no se puede publicar por orden de la justicia para no individualizar a las víctimas menores de edad.
Los hermanitos comenzaron a ser abusados y violados desde aproximadamente agosto de 2003 cuando el padre de los niños falleció.
Situación dramática. A raíz de esta situación, la madre -desesperada- se vio obligada a salir a trabajar de noche y durante el debate surgió que se tuvo que dedicar a la prostitución en una whisquería de Tunuyán, departamento distante 80 kilómetros al sur de la capital provincial, por lo que los chicos quedaron al cuidado del padre de la mujer en una casa de Guaymallén.
Según testimonios aportados a la causa, los niños comenzaron a ser víctimas de abuso por parte del abuelo. Todo habría comenzado con manoseos para terminar llegando, según la denuncia, en algunos casos a las penetraciones.
Vecinos que sospechaban lo que sucedía en la vivienda y por cometarios de los menores denunciaron la situación en septiembre de 2004.
La madre de los cuatro niños "nunca asistió al juicio ni se le conoce el paradero" y los chicos se encuentran bajo la guarda de la Justicia de Menores y actualmente viven junto a familias sustitutas, dijeron los voceros del tribunal.
Los magistrados de la Tercera Cámara del Crimen determinaron que el acusado es "penalmente responsable de abuso sexual agravado en forma reiterada".
Aunque el Fiscal de la Cámara había solicitado para el abusador una pena de 16 años de prisión, voceros del tribunal manifestaron que a hombre cercano a cumplir los 60 años "no se le puede dar más de diez años de cárcel" porque "de otro modo sería condenarlo a desaparecer y más si se tiene en cuenta las condiciones en que viven los internos en el penal local".