Lluvias y tormentas, especialmente violentas en la zona de Quilmes y Berazategui, volvieron ayer a castigar a una amplia zona de Capital y provincia de Buenos Aires. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había alertado sobre la posibilidad de una masiva caída de granizo, que finalmente no ocurrió. El alerta fue dejado sin efecto esta madrugada.
De las tormentas registradas durante la jornada, en algunas zonas de Quilmes y Berazategui llevaron la peor parte, con caída de árboles y voladuras de techos. Justamente uno de los lugares más afectados fue la Escuela Primeria Nº 18, ubicada en 124 entre 18 y 19, que se veía anoche con un amplio sector de su techo de chapa virtualmente desaparecido. Allí se estaban efectuando obras de reparación que el meteoro arruinó de un plumazo y habrá que ver a que solución se echa mano para que los 700 chicos que concurren puedan iniciar el ciclo lectivo.
La violencia del viento había derribado allí varios postes de luz, generando enormes problemas a los vecinos. "Acá hubo un tornado", dijo Carlos, un vecino de esa cuadra, comentando que en el peor momento del vendaval "pensé que me iba a volar el techo de mi casa". Según contó, la violencia del viento fue tal que "me arrancó la reja del frente".