La falta de recursos e ingresos insuficientes generaron que más de un millón de niñas, niños y adolescentes en Argentina dejaran de comer alguna comida (desayuno, almuerzo, merienda o cena) por falta de dinero, según una nueva encuesta que presentó UNICEF.
La insuficiencia en los ingresos también generó una reducción del 67% en el consumo de carne y del 40% en la ingesta de frutas, verduras y lácteos.
“La inestabilidad laboral y la insuficiencia en los ingresos de los hogares con chicas y chicos son los principales determinantes de esta situación”, de acuerdo con la Encuesta Rápida sobre la situación de la niñez y adolescencia 2022 de UNICEF.
Según este relevamiento, uno de cada tres hogares no puede cubrir sus gastos corrientes y el 50% no puede solventar los gastos escolares, entre ellos la compra de libros y útiles.
Cada día 2800 argentinos caen en la pobreza
Luisa Brumana, representante de UNICEF Argentina, consideró que el sistema de protección de ingresos “sigue siendo un pilar central para proteger a las familias en situación de mayor vulnerabilidad”, y dijo que la encuesta confirma que el 55% de los hogares con niñas y niños “es alcanzado por alguna medida de protección social”.
“En situaciones de crisis económicas, el Estado debe garantizar que la niñez y la adolescencia sea protegida a través de presupuestos y políticas inclusivas que les permita salir de la pobreza y la indigencia”, planteó.
El 36% de los hogares con chicas y chicos dejó de comprar algún alimento por no tener dinero, pero este promedio advierte UNICEF “esconde fuertes disparidades, llegando al 50% en hogares que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), la Tarjeta Alimentar, hogares numerosos, con jefatura femenina o endeudados”.
En los casos en los que el padre no vive en el hogar, se observa “otra presión adicional” sobre los ingresos: “Una de cada dos mujeres afirma no recibir la cuota alimentaria, en tanto llega al 63% cuando se considera quienes solo lo perciben de forma esporádica. Esta situación se agrava en los hogares en situación de mayor vulnerabilidad social”, expone la encuesta.
El impacto de la baja de ingresos en la salud de los chicos
La falta de recursos, señala UNICEF, también condiciona la salud: uno de cada cuatro hogares dejó de ir al médico o al odontólogo y casi un 20% suspendió la compra de medicamentos.
En ese contexto, más de un 30% tuvo que recurrir a ahorros o al pedido de dinero a familiares para poder hacer frente a necesidades básicas, o al endeudamiento. “El 20% de los hogares recurrió al endeudamiento, principalmente con ANSES, con un crédito bancario o apeló a prestamistas informales, situaciones que ocasionan presiones adicionales sobre los ingresos disponibles”.
Sebastián Waisgrais, especialista en Inclusión Social de UNICEF Argentina, explicó por su parte que “los resultados del estudio muestran que hay un declive de la clase media donde la insuficiencia de ingresos genera la necesidad de usar ahorros o endeudarse para mantener condiciones de vida mínimas para la niñez, mientras que en aquellos hogares ya situados en la pobreza el resultado es la falta de un plato de comida”.
1 de cada 4 adolescentes realizan actividades para ganar dinero
“La insuficiencia de ingresos también favorece que las y los adolescentes realicen actividades económicas que tienen impactos negativos sobre sus trayectorias escolares, entre otras vulneraciones de derechos”, detalla el informe.
Los datos muestran que esta situación se sostiene desde el inicio de la pandemia: 1 de cada 4 adolescentes realiza actividades orientadas al mercado y un 10% adicional busca trabajo.
“La situación actual marca un desafío en términos de la generación y sostenimiento de ingresos suficientes en los hogares con niñas y niños. En momentos donde el país se encuentra discutiendo las próximas medidas económicas es importante recordar que los recursos destinados a los niños, niñas y adolescentes deben ser protegidos”, resaltó Brumana.
AG / ED