El diputado nacional por el Frente para la Victoria, Máximo Kirchner, apeló ante la Cámara Baja del Congreso Nacional proteger a las mujeres sin recursos de tener que pasar su vida en la clandestinidad tras la práctica de un aborto ilegal.
En su exposición durante la sesión de votación del proyecto de legalización del aborto, el hijo de la expresidenta aseguró que este debate "no se trata de quién es más o mejor peronista que otros", "ni de quién es mejor o más cristiano", sino de una "cuestión de salud pública".
"Creo que todos acá estamos de acuerdo en que la la mujer no vaya a la cárcel si decide abortar. El problema es qué hace después", dijo Kirchner ante una audiencia paralizada. "Lo que viene después es nuevamente la clandestinidad. Cómo, dónde y cuándo lo hace. Y si no tiene los recursos suficientes, ¿quién la protege?", señaló el diputado antes de leer el mensaje de una amiga que abortó ilegalmente hace 19 años:
"Todavía cuesta hablar y romper con la estructuras. La semana pasada hablaba con mi psicóloga de cómo sigo guardando un secreto, cómo me duele que se juzgue (...) Este derecho es poner voz a muchas que callaron por miedo. Miedo a morir en hospitales, morir de angustia, en la clandestinidad. Morir en silencio. Si se aprueba, es dejar entrar luz para salir de las sombras que tanto nos pesa. Es sentir que pertenezco, que soy (...) Que pertenezco a esta sociedad, que soy parte de ella con mis decisiones, que soy persona y no un objeto juzgado".
El diputado aprovechó su exposición para referirse a la experiencia personal de perder un embarazo con su expareja en 2012: "Hospital público de Río Gallegos y todas las condiciones de salubridad. Todas. Yo les puedo asegurar que hay que pensar seriamente en el dolor y las cosas que suceden en ese momento. Y lo que siente esa persona".
"Después supimos que era trombofilia, un trastorno", relató. "Hoy, por ejemplo, para que te habiliten el diagnóstico es recién al tercer aborto involuntario. 1.. 2.. 3. Si tenés los ingresos suficientes, lo hacés antes. Si no, tenés que esperar perder tres embarazdos de manera involuntaria".
Kirchner cuestionó a los legisladores que se oponen al proyecto de legalización por "apelar a los miedos" de la sociedad.
"Algunos piensan que las mujeres van a ir en fila y en en masa, como si fuera una cuestión bonita y divertida. Es casi deshumanizante el análisis que uno escucha acá respecto de esta cuestión", se quejó Máximo Kirchner tras una maratónica sesión parlamentaria en la que escuchó de todo e incluso apuntó a dirigentes de su partido.
"Estos fantasmas que se generan en estas discursiones, como fue con el divorcio, que dijeron que iba a terminar con la familia, o el matrimonio igualitario, cuando decían que no nos íbamos a reproducir más y que así la sociedad iba a dejar de existir".
"Porque aquí nadie está obligando a abortar a nadie", terminó el diputado. "Es tratar de proteger y de reconocer un problema. Quizás esta no sea la solución ideal, pero es la posible. Es la que tenemos a mano. Es la que podemos brindar a esas miles de mujeres que están afuera [pidiendo] que este Congreso no mire con la nuca".
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