El pasado 28 de junio en Argentina se celebró otra edición del Día del Orgullo Lésbico Gay Bisexual Trans (Lgbtiq+). En ese marco, un grupo de investigadores del Conicet dio a conocer los incipientes resultados del 1° Relevamiento Nacional de Condiciones de Vida de la Diversidad Sexual y Genérica en Argentina. Aunque aún no terminó –hay tiempo para completarlo hasta fines de julio–, el trabajo ya está revelando los primeros datos demográficos y sociales de este colectivo.
Además, del estudio también se desprenden algunas observaciones sociales –en ocasiones no muy alentadoras– sobre nuestra comunidad. Por ejemplo, cuatro de cada diez participantes de la encuesta (40,8%) de todas las personas trans, travestis, no binaries o género fluido afirmaron haber sufrido “discriminación”, “agresiones” o “acoso” debido a su identidad de género, en los últimos 12 meses.
Otros dos datos significativos que surgen de la encuesta son los siguientes: “En el último año, el 18,3% de los respondentes afirmó haber sido agredidx o discriminadx por compañerxs de trabajo o clientes, ya sea por su orientación sexual y/o por su identidad de género”.
Y lo que es aún más complejo de entender, el 20,5% dijo haber recibido mala atención o maltrato en servicios de salud o por algún profesional de la salud debido a su orientación sexual o identidad de género.
“La intención que nos mueve a realizar este relevamiento –que abarca a todo el país y del cual ya participaron más de 10 mil personas– es conocer un poco más en detalle, tanto por medio de encuestas generales como por entrevistas en profundidad, cómo son las dificultades generales y en materia de empleo que enfrenta a diario este grupo. La idea es obtener datos para lograr un mejor diagnóstico socioeconómico de esta comunidad”, le contó a PERFIL Manuel Riveiro, docente en la carrera de Sociología de la UBA, becario del Conicet y uno de los más de cincuenta profesionales de diferentes disciplinas que conforman el grupo de trabajo. Y Rivero recordó que “todavía no sabemos demasiado sobre este grupo de personas. Ni siquiera tenemos una aproximación detallada sobre los números de esta población”. Pero el centro del estudio es poder obtener más datos sobre temas laborales y de salud específicos.
Salud mental
En este marco, otros de los datos preliminares que surgen de esta radiografía social apuntan a que este grupo sufre de “enormes problemas de salud mental”, según Riveiro. Algo que, se sabe, ocurre a nivel internacional, pero no se sabe qué ocurre localmente.
También se destacan los temas de violencia. De la encuesta surge que, “en el último año, el 37% de los participantes afirmó haber recibido insultos, amenazas, burlas u otras agresiones por parte de vecinxs o desconocidxs en la calle o en lugares públicos solo por el hecho de su orientación sexual y/o identidad de género”.
Finalmente, Riveiro explicó que esperan que los resultados del Relevamiento ayuden a las autoridades y responsables “a entender cómo están funcionando las políticas específicas, como los cupos laborales trans, las políticas habitacionales, las de salud, temas de migración, etc., etc.”.
La encuesta está todavía abierta y se la puede completar en la web http://censodiversidad.ar/.
Este trabajo de indagación sobre las percepciones sociales y esta comunidad no es el único actualizado. La organización Luminate y el equipo de la consultora Ipsos también terminaron un un estudio sobre “LGBT+ en la política: percepciones del electorado en América Latina”, cuyo objetivo fue medir el apoyo popular general de la gente a la representación política LGBT+ en estas cuatro naciones: Argentina, Brasil, Colombia y México. El estudio demostró que “el electorado argentino muestra, en su mayoría, un apoyo a la presencia de personas LGBT+ en la política institucional, destacándose positivamente en comparación con México y Colombia”. Y esto enmarcado en que el 82% defiende total o parcialmente que este grupo participe en todos los aspectos sociales.
El 54% dijo estar cómodo con cargos de liderazgo político asumidos por lesbianas. Y en el caso de gays, la proporción es del 53%, mientras que baja al 49% para trans.
Pero, al mismo tiempo, surgieron datos contradictorios: el 55% de la muestra de argentinos dijo apoyar el aumento de representantes de la comunidad en la política, exactamente el promedio de los cuatro países. Pero, al mismo tiempo, los “jóvenes” (argentinos de 18 a 24 años) son los menos propensos a respaldar el aumento de la representación LGBT+ de los cuatro países: apenas la mitad (51%) apoya el reclamo. También es baja la cifra de personas que se encolumnan con los cupos: en Argentina una de cada tres (31%) personas dijo apoyar, en algún nivel, la adopción de cuotas LGBT+ en los partidos políticos. Pero eso representa la cifra más baja entre los cuatro países analizados.
Historia de un festejo
“Cada 28 de junio se conmemoran los sucesos de Stonewall. Se trata de protestas que ocurrieron en Nueva York y, básicamente, fue una revuelta de gays, travestis y lesbianas hartos de la corrupción policial y de cómo los desalojaban de los bares. Salieron a protestar y terminaron tomando las calles. Fue un hecho muy importante que implicó una de las primeras revueltas a gran escala que marcaron la agenda política y que sigue ligada al orgullo hasta hoy”, contó Maximiliano Marentes, sociólogo y becario posdoctoral del Conicet, y también integrante del equipo que realiza este Relevamiento. Según Marentes, en esa fecha se reivindica la identidad, orgullo y derechos del grupo Lgbtiq+. Y agrega que en Argentina este día se celebra principalmente con las marchas del orgullo. De acuerdo al investigador, la más antigua es la que se realiza desde el año 1992 en CABA. Pero no es la única: “Si bien es la más grande, hay muchas otras marchas que se vienen llevando a cabo a lo largo de los años en diferentes regiones del país y son una de las manifestaciones o canales principales de participación política de la población Lgbtiq+ y, al mismo tiempo, son un estandarte de ese orgullo”, destacó.