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Economía internacional

Crece en Brasil la producción de biocombustible basado en el maíz

El avance de esta industria se dio por las deudas que afectaron a la producción de caña de azúcar.

Datos. el maíz en grano totalizó operaciones de comercio exterior por 1.467 millones de dólares entre enero y abril, 51 por ciento por encima de los 967 millones de dólares del mismo lapso de 2017.
Datos. el maíz en grano totalizó operaciones de comercio exterior por 1.467 millones de dólares entre enero y abril, 51 por ciento por encima de los 967 millones de dólares del mismo lapso de 2017. | Archivo Super CAMPO

Las plantas procesadoras diseminadas en el corazón agrícola de Brasil dan testimonio de la posición del país como mayor productor mundial de caña de azúcar y rey indiscutido del etanol derivado de ese cultivo. Pero las deudas han castigado a esa industria, allanando el camino para el avance de otro biocombustible.

La producción brasileña de etanol derivado del maíz seguramente superará los mil millones de litros por primera vez en la historia en esta temporada, según INTL FCstone. Si bien eso es una pequeña parte del mercado de biocombustibles de 31 mil millones de litros del país sudamericano, la producción se expandirá rápidamente en los próximos años con una serie de inversiones y más de una decena de nuevas plantas proyectadas.

 

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La producción brasileña de etanol derivado del maíz seguramente superará los mil millones de litros por primera vez en la historia

El cambio por el maíz se produce después que los agricultores triplicaron la producción del cereal en las sabanas del centro oeste de Brasil en la última década. Eso provee a los procesadores agrícolas como Cargill Inc. abundante suministro del elemento necesario para la elaboración de etanol en un momento en que los precios de los combustibles fósiles en Brasil han dado un salto a los niveles más altos en varios años. Una nueva ley –la estrategia denominada RenovaBio- ha fijado mandatos federales de niveles más altos de uso de biocombustibles. Se espera que eso aumente la demanda interna 20.000 millones de litros hasta fines de la próxima década, según las estimaciones del gobierno.

La incursión en el maíz también podría significar una mayor competencia para la industria estadounidense del etanol, que elabora la mayor parte de su biocombustible a partir de ese grano. Brasil es el mayor consumidor de etanol del mundo después de Estados Unidos, en gran parte debido al difundido uso de autos que pueden funcionar con ese biocombustible o gasolina convencional. Si bien la mayor parte de las necesidades del país sudamericano se satisfacen con la producción nacional, este recibe algunas importaciones, en su mayor parte de los EE.UU.

‘El maíz más barato’

Los productores brasileños de etanol de maíz se han vuelto muy competitivos”, dijo Ricardo Tomczyk, responsable de la agrupación del sector Unem. El precio del grano en el estado de Mato Grosso, en el corazón de la región donde se están desarrollando las nuevas plantas, promedió US$1,87 el bushel este año. Ese nivel está muy por debajo del promedio de US$3,30 de Iowa, la región estadounidense clave de cultivo de maíz, lo que refleja la diferencia de costos de producción y logística. “Tenemos el maíz más barato del mundo”, dijo Tomczyk.

La producción de etanol de maíz podría superar los 3.000 millones de litros en cinco años y tiene el potencial de llegar a los 8.000 millones de litros para 2030, calcula Tomczyk. Eso bastaría para que esta industria incipiente se quedara con alrededor del 40 por ciento del aumento pronosticado de la demanda interna en ese período, muestran los datos del gobierno.

El etanol derivado del maíz probablemente sea enviado principalmente a los estados del centro y norte de Brasil, destinos típicos de las exportaciones estadounidenses, señaló Tomczyk. Brasil importó 1.700 millones de litros de etanol estadounidense en la campaña 2017-2018.

Aun con esa expansión, la gran mayoría del etanol brasileño probablemente siga siendo elaborado por los molinos de caña de azúcar en el futuro previsible. Esos procesadores tradicionalmente son más eficientes y emiten menos dióxido de carbono. También pueden producir más litros por hectárea y generar su propia energía quemando bagazo, el residuo de la caña que queda tras el proceso de trituración.