El tenista australiano
arrancó las prácticas con vistas a la semifinal. Las
máximas medidas de protección fueron gestionadas antes de que llegará al país.
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Cedoc
Rodeado de agentes de seguridad, cual niño mimado y caprichoso, el australiano Lleyton Hewitt comenzó su entrenamiento en vistas a las semifinales de la Copa Davis que se disputarán el próximo fin de semana en el nuevo estadio del Parque Roca.
La Federación de Tenis australiana ya había gestionado antes de la llegada de Hewitt máximas medidas de protección para participar en la serie frente al equipo argentino. El agente de prensa del tenista, John Lindsay, dijo que estas disposiciones son “necesarias”.
El temor del australiano fue una consecuencia autogestionada. Hewitt viene de tener problemas con varios tenistas argentinos gracias a sus desplantes y declaraciones antideportivas, y su presencia en la semifinal fue una incógnita hasta la semana pasada, ya que el tenista tenía problemas tanto con los argentinos como con la seguridad del país.
Entre los choques más recordados del australiano con la legión nacional se encuentran el escupitajo que Juan Ignacio Chela le propinó cuando se enfrentaron en el Abierto de Australia de 2005 -y por el cual el local fue multado-, el roce con David Nalbandian en el mismo torneo y las acusaciones de Guillermo Coria de “provocador” y “mal deportista”.
