El escenario de ajuste y devaluación en Brasil, principal socio comercial de la Argentina, vaticina un año más duro principalmente para los productos industriales que tienen al gigante regional como socio. Por eso el Gobierno sigue la evolución del real y en el Central buscan acompañar la devaluación del país vecino, aunque sin generar saltos. “No se va a devaluar”, reiteran desde el Banco Central sobre el año electoral en el que el tipo de cambio servirá como ancla antiinflacionaria. La microdevaluación de enero, en tanto, reaccionó a la caída del real que, en la última semana, dio tregua y llegó ayer a cerrar en 2,58 unidades por dólar después de haber empezado el año en 2,70.
Si bien el Gobierno siempre analizó que cada punto de crecimiento de Brasil importa más que la devaluación, el panorama de estancamiento en el país vecino lleva a evitar una mayor pérdida de mercado. Según un reciente análisis de la Confederación Nacional de Industrias (CNI), sólo Argentina es menos competitiva que Brasil a nivel regional. En 2014, las exportaciones argentinas a Brasil cayeron 14%, explicadas principalmente por las manufacturas industriales, donde pesaron las menores ventas de autos por la parálisis del mercado brasileño pero también otros segmentos vinculados, como el de metalmecánica y aparatos eléctricos.
En ese contexto, el panorama de crecimiento de Brasil no es alentador. “Vamos a seguir viendo la desaceleración que ya lleva cuatro años y continuará en el resto de la región”, analizó desde Davos, en el marco del World Economic Forum, Ilan Goldfajn, economista jefe de Itaú Unibanco, para quien Brasil sólo crecerá 0,2% el año próximo. Después de que 2014 cerrara con el menor saldo comercial desde 2001, 2015 “es prácticamente cosa juzgada” según Néstor Aleksink, director ejecutivo del programa Argentina Exporta; el frente externo “muestra indudablemente un marco internacional con niveles de intercambio en descenso y, especialmente los datos relevantes reflejan un ajuste con devaluación en Brasil”, además de la caída de los precios de petróleo, de las commodities y la crisis rusa.
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