POLITICA
Murio a los 67 aos

Adiós a Gorriarán Merlo

Los restos del ex líder del ERP y el MTP fueron sepultados en el cementerio de la Chacarita, como lo decidieron sus hijas. Por su velatorio pasaron varios dirigentes. Ver Galería de fotos

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"Hasta la victoria, siempre", la corona ms emotiva en el velatorio de Gorriarn Merlo. | Perfil Diario.
Los restos del ex dirigente del Movimiento Todos por la Patria (MTP), Enrique Gorriarán Merlo, fueron sepultados cerca del mediodía en el cementerio de la Chacarita, por decisión de sus hijas.

El cuerpo del ex jefe guerrillero fue velado desde ayer a la mañana en una cochería de Córdoba y Salguero y a las 10 fue trasladado hacia la Chacarita para recibir sepultura.

En un primer momento se había barajado la posibilidad de que ocupara un lugar en la bóveda familiar en la localidad bonaerense de San Nicolás, pero sus hijas, Adriana y Cecilia – que viven en Nicaragua- decidieron que sean sepultados en el cementerio de Chacarita.

Gorriarán Merlo se encontraba en Buenos Aires filmando un documental sobre Ernesto "Che" Guevara que iba a ser presentado el próximo 7 de octubre, cuando se abriera la filial porteña de su Partido por el Trabajo y el Desarrollo (PTD), lanzado el año pasado en Rosario, cuando se descompuso, a raíz de una afección cardiovascular.

Por su velatorio pasaron el secretario general del Partido Comunista, Patricio Echegaray; el diputado kirchnerista y ex miembro de la conducción de Montoneros Miguel Bonasso, y el ex piquetero y actual funcionario bonaerense Emilio Pérsico. También dieron su pésame el jefe del Movimiento Territorial de Liberación, Carlos Chile y el ex integrante del Comité Central del PRT-ERP Daniel De Santis.

El cuerpo de Gorriarán estuvo en todo momento cubierto por una bandera argentina y su féretro se encontraba rodeado de fotografías de líderes de revolucionarios –como Che Guevara, Augusto César Sandino, Carlos Fonseca, San Martín, José Martí, Emiliano Zapata y Roberto Santucho–.

El ex integrante del ERP murió el jueves a las 16.30 en el Hospital Argerich de la Ciudad de Buenos Aires producto de una repentina complicación cardiovascular cuando estaba a punto de ser operado.

Liliana Scheines, la compañera del ex guerrillero durante los últimos años, le dijo a perfil.com que el deceso de Gorriarán fue repentino. "Estaba bárbaro, hoy había hecho algunas notas y de pronto le agarró un dolor en el pecho, fuimos al hospital de urgencia y murió", relató entre lágrimas.

El director del médico del Hospital Argerich, Donato Spacavento, explicó que Gorriarán Merlo "llegó derivado del Hospital Fernández con un cuadro de aneurisma de la aorta con pérdida de sangre".

"Arribó en estado de shock e hizo un paro cardíaco en la guardia. Teníamos el equipo quirúrgico perparado", detalló el profesional en declaraciones a radio Mitre.

Spacavento añadió que el ex guerrillero llegó junto a "su compañera, algunos familiares y amigos", quienes "tomaron la noticia con todo el dolor que eso significa pero con el consuelo de que no sufrió ni tuvo un padecimiento prolongado".

Acerca del cuadro clínico, el médico confirmó que Gorriarán "tenía como antecedente hipertensión arterial crónica y una de las posibilidades es que rompa la arteria aorta", como ocurrió.

Por estos días, el ex guerrillero se encontraba en Capital filmando un documental sobre Ernesto Che Guevara que iba a ser presentado el 7 de octubre, con motivo de la apertura de la filial porteña de su Partido por el Trabajo y el Desarrollo, lanzado el año pasado en Rosario. Es que ya que hacía tiempo que vivía en la localidad de San Nicolás, junto a su mujer Liliana.

Gorriarán Merlo estuvo detenido por liderar un intento de copamiento al regimiento militar de La Tablada en 1989 y fue indultado por el presidente Eduardo Duhalde en 2003, luego de una prolongada huelga de hambre.

Entre la clandestinidad y la cárcel. Vestido con un pullover amarillo, y muy delgado, debido a las huelgas de hambre que se habían extendido casi por dos años, el 21 de mayo de 2003 Enrique Gorriarán Merlo recuperaba su libertad gracias a un polémico indulto que le otorgó el entonces presidente Eduardo Duhalde. Su vida había estado marcada por la sangre y el fuego.

Más allá de los hechos recientes que marcaron su historia, en la que lanzó este año una organización política denominada Partido del Trabajo y el Desarrollo (PTD), la vida de Gorriarán Merlo será recordada por la sangre de los 39 muertos que dejó el compamiento, el 23 de enero de 1989, del regimiento militar de La Tablada donde, según sus dichos, había intentado frenar una conspiración militar planeada por el entonces candidato a presidente Carlos Menem y el ex militar carapintada Mohamed Alí Seineldin.

"Soy parte de una generación que se enfrentó con las armas a los golpistas, a los que cometieron terrorismo de Estado . No hubiera habido guerrilla si no hubiese habido dictadura militar", sostuvo alguna vez justificando ese ataque el ex coconductor del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en los años '70.

Ese fatídico verano, Gorriarán Merlo estaba al frente del Movimiento Todos por la Patria (MTP). Y por la muerte de civiles y militares fue condenado a cadena perpetua en base a la Ley de Defensa de la Democracia. Sin embargo, logró escapar a esa condena. Prófugo, en octubre de 1995, fue detenido por la SIDE en México y extraditado a la Argentina, donde fue encarcelado en la Unidad 2 de la Cárcel de Devoto.

Tras unos años tras las rejas, comenzó a reclamar por su libertad con extensas huelgas de hambre. En ese entonces, su vocero, Adrián Witemberg, recordó, en su defensa, que en 2000 “los detenidos por la toma del cuartel fueron beneficiados por la conmutación de las penas a las que fueron condenados, a excepción de Gorriarán. Lo que él está reclamando es su libertad”.

El perdón llegó. En los primeros meses de 2003, el ex guerrillero fue indultado por el gobierno de transición de Duhalde. Además, fue perdonado por la causa en la que se investigó la toma, en 1974, del Regimiento de Azul. Junto a él, ese mismo día, su archienemigo, el ex militar carapintada Seineldín dejaba atrás los barrotes.

Los indultos, en ese entonces, alcanzaron también a 17 militantes del MTP que en su mayoría ya habían sido beneficiados por la conmutación de penas realizada durante el Gobierno de la Alianza, y a 8 carapintadas.

Cuando en 2006 lanzó su partido, sentenció que una de sus principales tareas sería "cerrar la zanja que separa al pueblo de la política y a los ricos de los pobres".