En la cumbre que reunió a los presidentes del Mercosur en la provincia de San Juan se destacó la comitiva brasileña. Es que al pisar suelo argentino, con el primer mandatario, Lula Da Silva, se desplegó un inusitado dispositivo de seguridad.
Según contabilizó el diario provincial de Cuyo, un grupo de 5 guardias armados se encargó de custodiar al jefe de Estado no bien llegó mientras que otros 10 "hombres de negro" se ocuparon de flanquear el avión presidencial. Pero no fue todo. A los guardias privados se sumaron en el aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento de la capital los francontirados, que regentearon la llegada de los jefes de estado. Claro que, con el arribo de Lula, éstos se multiplicaron. ¿Por qué? Da Silva cuidó sus espaldas llevando a los suyos.
La crónica del ultracustodiado presidente continuó al descender del avión. El matutino cuyano destacó que 3 hombres más rodearon el Mercedes Benz que lo llevó al lugar donde se dieron cita los presidentes, en el Centro Cívico de la ciudad, convirtiéndose en el presidente con mayor cantidad de custodios para el encuentro. Esta tarde, Lula tiene previsto un encuentro privado con Cristina para trabajar sobre al menos sobre veinte temas pendientes de la agenda bilateral.