La historia del boliche que provocó el escándalo Porretti

Sus creadores lo bautizaron como Ku porque dicen que así se hacía llamar un Dios relacionado con la diversión nocturna que evocaban los habitantes de las islas del mar Egeo, lindante con el Mediterráneo.

Originalmente, fue creado en Ibiza (España) en los años 70. Al poco tiempo se convirtió en un emblema mundial por ser uno de los primeros clubes en incorporar una pileta al lado de una pista para refrescarse y zonas descubiertas. Hoy se llama Privilege.

Veinte años después, un grupo de socios que ya tenían experiencia en la noche trajo la idea original de Ku a la Argentina y lo instalaron en Pinamar.

“Lo que hicimos fue poner una ‘caja de zapatos’ de material sobre un médano”, confió uno de sus dueños, y recordó que la idea original, hace 16 años, fue copiar el estilo mediterráneo con pistas descubiertas y varios tipos de música. Eso sí, cambiaron la piscina por la playa. Con los años, Ku se convirtió en un complejo multipista (sumó dos boliches: Alma y Archie) y logró erigirse como el club insignia de Pinamar, que marcó la juventud de cientos de miles de adolescentes.

También en el refugio de la farándula de turno, que año a año lo eligió como la meca de la diversión y como un puente para codearse con hijos de famosos, empresarios y políticos.

Esta temporada fue muy especial para la historia del boliche preferido de la joven Florencia Kirchner porque, tras una denuncia de sus dueños, el flamante intendente de Pinamar, Roberto Porretti, podría ser relevado de su cargo. “Nos quisieron pedir coimas y eso es contradictorio con la tradición familiar, por eso hicimos la denuncia”, explica Mike Cameroni, hermano de Rubén “Huevo” Cameroni, uno de los dueños del boliche que realizó una denuncia ante la Justicia por presunto pedido de coimas por parte de un funcionario comunal cercano a Porretti.

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