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Francia

1000 clientes fueron multados por ir a restaurantes durante el toque de queda

Mientras el gobierno francés investiga quiénes fueron los funcionarios que estuvieron en cenas clandestinas durante la pandemia, ya se multó a 1000 clientes que pisaron un restaurante a pesar del toque de queda. Galería de fotos

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Multas a restaurantes y clientes en Francia | AGENCIA SHUTERSTOCK

Aun cuando están en su pico las restricciones sanitarias en Francia, los almuerzos y cenas en restaurantes que funcionan fuera de la ley encienden al rojo vivo las redes sociales y convierten a la prensa escrita en un río de tinta y acusaciones. 
Solamente en París, ya son más de 1000 los clientes denunciados por haber asistido a bares y restaurantes que funcionan, pese al toque de queda, desde Octubre 2020, según indicó el ministro del Interior, Gérarld Darmanin.
“En París, se han controlado 7.345 espacios gastronómicos desde el 30 de octubre y, en ese marco, se labraron 300 contravenciones por apertura irregular. Cerca de 1000 clientes fueron identificados y multados”, declaró Darmain.

El gobierno de Francia sancionó a más de 300 establecimientos que no cumplieron el toque de queda y a más de 1000 clientes por asistir a ellos


A comienzo de semana, el mismísimo Darmanin fue el pato de la boda cuando alguien deslizó que él habría sido uno de los funcionarios aludidos en la cámara oculta que difundió la cadena M6.
En ese video, el marchand de arte Pierre-Jean Chalençon “se fue de boca” ante una presunta pareja de clientes (eran periodistas, claro) al contarles que “varios ministros participaron junto a él de varias comidas de alta gama” en el restaurante de su club privado, Palais Vivienne. 
El escándalo estalló en el Elíseo y los franceses se organizaron: una cuenta twitter #OnVeutLesNoms (queremos los nombres) pedía nombres de restaurantes y comensales que habían violado el toque de queda durante el confinamiento estricto de la actual pandemia. 
Mientras tanto, la Brigada de Represión de la Delincuencia contra la Persona (BRDP) de la policía judicial de París, continúa con la investigación para determinar qué funcionarios estuvieron en esas reuniones interdictas. 

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Suben las multas


El presidente Emmanuel Macron está dispuesto a no dejar pasar estos hechos que salpican su gobierno. A quienes la policía judicial de París encuentre culpables de haber violado la restricción, se los acusará de "poner en peligro la vida ajena y ejercer trabajo no declarado". 
A comienzo de semana, el procurador de la República, Rémy Heitz dijo que el o los organizadores de encuentros durante el toque de queda podrían recibir una condena de un año de prisión y una multa de €15.000; a los participantes se les aplicarán dos multas de €135: una por no utilizar barbijo durante el encuentro y la otra, por no respetar el toque de queda. 
Sin embargo, ante el aumento de denuncias subieron las apuestas. 

Inicialmente, las autoridades dijeron que la multa a los organizadores de encuentros gastronómicos sería de € 15.000, pero suben las apuestas


Hoy al mediodía, vecinos de Neuilly-sur-Seine, en el área metropolitana norte de París, denunciaron “ruido y movimientos” en un restaurante. Las fuerzas policiales se presentaron y a pesar de que las persianas estaban bajas, ingresaron. La fiscalía interviniente dictó prisión preventiva  al dueño del lugar y a un mozo y multó a los 24 comensales que estaban sentados en sus respectivas mesas.
El dueño y el mozo acaban de recuperar la libertad, pero sigue abierta una causa “por poner en peligro la vida de otros”, trabajo irregular y ejercicio comercial fuera de la ley. Por estos hechos, el titular del lugar podría recibir hasta 3 años de prisión y una multa de € 45.000. En noviembre pasado, había recibido un subsidio gubernamental de € 20.000. 
Desde el 29 de octubre del año pasado, un decreto gubernamental hizo cerrar la mayor parte de los centros gastronómicos del país para frenar la propagación del coronavirus. El 20 de enero se levantó parcialmente la prohibición circunscribiendo el funcionamiento a ciertos horarios, pero la tercera ola de la pandemia hizo revertir la medida.