El presidente Alberto Fernández había guardado absoluto silencio en sus redes sociales sobre los dramáticos hechos de inseguridad de los últimas días, pero este sábado trascendió que habría recibido en la Residencia de Olivos a familiares de Morena Domínguez, la nena de 11 años que murió al ser golpeada en un asalto cuando iba a la escuela en Lanús.
No hubo información oficial de esa reunión, aunque se indicó que habría participado la vocera presidencial Gabriela Cerruti, y que Fernández se encontró primero con Hugo Domínguez, el papá de Morena, y su hermano, y que a esa se habrían ido sumando otros familiares de la menor asesinada, en un episodio que conmovió al país no solo por su salvajismo, sino porque volvió a poner en agenda la demencial situación de inseguridad que viven a diario millones de bonaerenses en el Conurba y que parece eterna.
Los familiares de Morena se retiraron cerca de las 21 de Olivos, y se aguarda si habrá alguna comunicación oficial sobre el tema.
Como decíamos, no había ni hay todavía manifestaciones de Alberto Fernández en su cuenta de Twitter sobre los recientes episodios de violencia en el Conurbano. El último mensaje que aparecía en sus redes era del pasado 8 de agosto, cuando encabezó en Salón Blanco de la Casa de Gobierno la ceremonia de jura de fidelidad a la Nación y a la Constitución nacional de graduadas y graduados del Instituto del Servicio Exterior (ISEN).
Un crimen espantoso
Morena Domínguez fue asaltada a las 7,30 de la mañana del miércoles, cuando ya estaba cerca de llegar a escuela en Lanús. Los hermanos Darío y Miguel Ángel Madariaga, en una moto, la interceptaron y la colpearon con salvajismo para robarle el celular, provocándole lesiones en el hígado que derivaron en un paro cardiorrespiratorio. Vecinos denunciaron que la ambulancia demoró 40 minutos en llegar para asistirla, y cuando llegaron los médicos ya estaba sin vida.
Juntos por el Cambio y Unión por la Patria cancelaron actos de campaña por el asesinato de Morena
Hubo protestas vecinales en Lanús pidiendo justicia y castigo a los culpables por el suceso, pero lo cierto es que aunque los presuntos responsables fueron detenidos con celeridad por la policía, la inseguridad y el salvajismo generado por la pesadilla narco se cobró otra vida inocente, en una espiral que no tiene fin, ya que pocas horas después asesinarían en Morón, también en un robo, al médico Juan Carlos Cruz, que estaba bajando algunas de su auto frente a la casa de su madre.
