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Pandemia de coronavirus

FOTOS | En el Colón, el Cervantes y el San Martín ahora también se confeccionan barbijos

Desde que estalló la pandemia de coronavirus los escenarios están paralizados, pero empleados y voluntarios cosen entre 500 y 1.000 tapabocas diarios para donar. Galería de fotos

Confección de barbijos Teatro San Martin 20200421
Confección de barbijos en los talleres del teatro San Martin por el coronavirus | Pablo Cuarterolo

En tiempo de pandemia por coronavirus, los tapabocas y barbijos se han convertido en un bien no solo necesario sino codiciado. No abundan, y de la mano de la solidaridad, organismos gubernamentales y empresas privadas vienen poniendo manos a la obra para confeccionar este protector vital. Y los teatros argentinos, como el Teatro Colón, el Cervantes y el San Martín no son la excepción.

PERFIL recorrió dos de ellos, el maravilloso Teatro Cervantes y el icónico San Martín para testimoniar, con fotos de Pablo Cuarterolo, el trabajo de costureras y costureros que ponen el hombro en la pandemia y que se pueden ver en la galería de esta nota.

Por su parte, en el gran coliseo argentino, el sector sastrería del Colón hace lo propio y difundió a todos los medios las imágenes (y el video) del trabajo diario para producir tapabocas donde antes cosían los maravillosos trajes para cada puesta en escena del gran teatro lírico que, como todos, en la Argentina y en el mundo, está cerrados desde que se declaró la pandemia por el covid-19.

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El Complejo Teatral de Buenos Aires, el San Martín, sobre la calle Corrientes, se convirtió en una fábrica de barbijos y tapabocas, al igual que el área de vestuario del Teatro Cervantes, que hoy alberga manos solidarias dedicadas a confeccionar protectores de nariz y boca.

Tapabocas para hacer en casa, con video y molde

Estos ejemplos también se reproducen en el interior del país, como en el San Martín y la Sala Orestes Caviglia de Tucumán, cuyo personal también está confeccionando este tipo de insumo en distintas localidades. En ninguno de los casos se trata de barbijos quirúrgicos, sino protectores de uso cotidiano, lavables y reutilizables.

En el Cervantes, para hacerlos, el teatro formó un equipo de diez trabajadores de sastrería y vestuario que se van rotando y trabajan un promedio de seis horas por día. Lo hacen con telas donadas por una empresa textil e insumos aportados por el Ministerio de Desarrollo Social, que impulsó esta acción junto al de Cultura. Se estima que con esta capacidad podrán producir unas mil unidades diarias. La producción se entregará al Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires para que los distribuya.

En el San Martín, trabajadores voluntarios cosen y cosen, también por compromiso solidario. El gran hall de entrada, y los talleres especializados se convirtieron en usinas textiles de tapabocas bajo el impulso de la solidaridad. Se convocó a voluntarios que quisieran sumarse y están yendo unos veinticinco por día. Estimándose así una producción de 500 unidades diarias: entre 2.500 y 3.000 unidades por semana.

Son, también, barbijos reutilizables, no quirúrgicos, y se los lleva el Gobierno de la Ciudad para repartir entre la gente que está trabajando en diferentes áreas, como hoteles, vinculadas al Covid-19.

Teatro Colón: Confección de barbijos
Confección de barbijos en el Colón (Foto: Prensa Teatro Colón)

El Teatro Colón, bajo la Dirección General de María Victoria Alcaraz, en tanto, recibió la iniciativa de su staff escenotécnico, al mando de Enrique Bordolini, Director escenotécnico, en la cual 53 voluntarios se reúnen para realizar la confección de tapabocas en los históricos talleres del subsuelo del teatro.

Hay voluntarios de las áreas de sastrería, bajo la jefatura de Stella Maris López, como así también trabajadores de las áreas de pintura, escenografía, efectos especiales, utilería y maquinaria escénica.

La tarea se lleva a cabo por dos equipos de trabajo subdivididos en grupos de 25 personas que se turnan día a día, de martes a viernes, de 9 a 15 horas, respetando las medidas sanitarias de higiene y distanciamiento social. Los 25 voluntarios están distribuidos en 4 espacios acondicionados en los subsuelos del Teatro Colón para el lavado y corte de las telas, la confección de los tapabocas y finalmente para el embolsado y la desinfección del producto terminado.

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Se están realizando dos tipos de tapabocas: un modelo descartable y un modelo reutilizable. Según las disposiciones implementadas, se utilizan dos tipos de telas como friselina y lienzo. Las telas fueron enviadas por el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y también se utilizan telas con las cuales cuenta el Teatro Colón, como ser lienzo escenográfico.

El tapabocas descartable está compuesto por 3 capas de tela, mientras que los reutilizables poseen dos capas y en el medio se puede ubicar un papel de tipo tissue. Luego de utilizar el tapabocas, el papel se puede descartar y cambiar por uno nuevo e higienizar la tela. Cabe destacar que todos los tapabocas llevan estampados el logo del Teatro Colón.

La tarea comenzó el día martes 14 de abril, en el cual todos los voluntarios debieron cortar primero las telas. El Director Escenotécnico Enrique Bordolini afirmó: “Los dos primeros días lo que se hizo fue acumular el material cortado y a partir del tercer día entramos en régimen apuntando a cumplir un objetivo de confeccionar entre 800 y 1000 tapabocas diarios”. 

Al día de la fecha hay preparados 4500 cortes de barbijos triple, eso son 13.500 cortes de tela y más de 27.000 cortes de cinta para ajustarlos al rostro. Una vez realizada la confección de los tapabocas en los talleres se realiza el embolso de los mismos. El producto es retirado luego por personal del Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, bajo la conducción de su Ministro Enrique Avogadro. 

“Esta es una idea que surgió del propio personal de cuerpo escenotécnico y fue la Dirección General del Teatro Colón y su Directora María Victoria Alcaraz la que gestionó los permisos para que hoy estemos aquí trabajando” completó Enrique Bordolini. 

Stella Maris López, Jefa de Sastrería del Teatro Colón, en tanto, agregó: “La propuesta nos permitió realizar algo que todos queríamos hacer que es ayudar a alguien con nuestros propios oficios y tener la oportunidad de trabajar y de hacerlo entre todos”, concluyó.

MT / DS / Fotos de Galería: Pablo Cuarterolo