"La audiencia es un misterio, es como tirar una botella al mar. Por ahí vuelve, por ahí no". Así se refirió en ocasiones a su trayectoria en televisión Mariano Grondona, cuyo estilo y profundidad marcaron una época en el periodismo argentino. Fuertemente criticado y admirado por unos y otros, el periodista y escritor que este miércoles cumple 90 años se encuentra retirado hace tiempo por sus problemas de salud.
En otros momentos, donde los dirigentes políticos se recostaban en pocas figuras y analistas para debatir y comunicar sus mensajes, uno de esos analistas era Grondona. En dupla con Bernardo Neustadt hicieron Tiempo Nuevo, con treinta años de permanencia en pantalla -interrupciones mediante-. A fines de los ochenta las diferencias afloraron y Mariano abandonó el programa para empezar uno propio en competencia directa: Hora Clave.
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"En la estructura del programa, Bernardo era el periodista y yo era el intelectual. El programa lo hacía él, lo pensaba él e invitaba él. Y al final, yo hacía mis reflexiones", recordó tiempo atrás en una entrevista de Líderes Hoy. Sin embargo, explicó que con los años "empezaron a invertirse los roles".
Mariano Grondona: antiperonismo y acercamiento al periodismo
Abogado, sociólogo, ensayista, columnista político y conductor televisivo, Mariano Carlos Grondona nació en Buenos Aires el 19 de octubre de 1932. Como profesor, ha enseñado Derecho Político y Teoría del Estado en la Facultad de Derecho de la UBA y dictado cursos especiales en Harvard y en la Universidad Cema.
Vivía con su familia en un "petit hotel" de Vicente López pero fue criado por sus abuelos en el barrio porteño de Recoleta luego de la muerte de su padre. De adolescente ingresó a un seminario porque quería ser sacerdote, pero esas ganas "duraron poco", según reconoció. "Había que levantarse a las 6 de la mañana y eso no me resultó".
A sus 20 años, se convirtió en uno de los dirigentes de un grupo universitario de oposición al gobierno peronista. En un artículo para Infobae, el periodista y ex guerrillero Aldo Duzdevich señaló que Grondona integró los Comandos Civiles (CC) antiperonistas y que tuvo participación en acciones de sabotaje y atentados, incluido el Bombardeo a la Plaza de Mayo (que dejó más de 308 muertos y más de 800 heridos).
Comenzó sus estudios como abogado porque, acorde a sus palabras, "no sabía bien qué hacer" y "no tenía nada concreto". Uno de sus primeros contactos con el periodismo fue con el diario La Nación, donde se desarrolló como columnista político y redactor de noticias internacionales en distintos momentos. En ese medio siguió desempeñándose hasta hace pocos años, donde pueden leerse sus últimas columnas.
Su pensamiento
También trabajó en revistas como Confirmado, Todo, Primera Plana, el diario La Opinión y el semanario Carta Política. En tanto, dirigió además la revista latinoamericana Visión. En estas publicaciones se mostró a favor de los Gobiernos de facto desde su intelectualismo liberal-conservador. Más tarde, cuando Neustadt acompañó al menemismo y su política, Grondona se convertiría en un acérrimo crítico pero iría suavizando su postura.
Más cercano al inicio del nuevo milenio, también lo caracterizó su autocrítica acerca de su visión y apoyo a varios aspectos de las dictaduras, subrayando la importancia de los valores constitucionales. Incluso ha dicho que la Argentina "pagó un precio terrible" por haber interrumpido los procesos democráticos.
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De hecho, una de sus últimas apariciones públicas fue en las elecciones presidenciales de 2019, donde se lo vio en silla de ruedas junto a su familia para emitir su sufragio.
Grondona primero se retiró y luego tuvo un Accidente Cerebro Vascular (ACV) en 2012. Mientras avanzaba su recuperación, expresó en una entrevista a PERFIL: “Uno tiene una lección de humildad con todo esto. Lo que más orgullo me daba hasta ese momento era mi cerebro. Y fue justo lo que falló".
"Uno se pregunta: ‘¿Por qué a mí?’. Pero en realidad después termina pensando una segunda idea, menos soberbia –porque algunas macanas hice–, y que es: ‘¿Por qué no a mí’”, afirmó.
"Tiempo Nuevo" y "Hora Clave"
"Con Bernardo éramos como el agua y el aceite pero hemos sido muy amigos", recordó Grondona en el mencionado reportaje. "Él era un repentista, pescaba en el aire las cosas y era reflexivo", comentó sobre su ex compañero -fallecido en 2008- en uno de los ciclos que revolucionó el periodismo nacional.
Por otro lado, manifestó que la separación entre ambos periodistas surgió cuando Grondona empezó a hacer Hora Clave. "Por un tiempo no fue muy amistoso, él lo terminó aceptando pero al principio no creía que podía hacer mi propio programa".
En el programa realizó entrevistas que tuvieron un impacto en la opinión pública y en el gobierno. Tales así fueron los reportajes al ex militar Adolfo Scilingo, que reconoció haber participado de los "vuelos de la muerte", y cuando la entonces diputada Martha Meza reveló haber tenido un hijo extramatrimonial con el ex presidente Carlos Menem.
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Otros programas y libros publicados por Mariano Grondona
En su extensa trayectoria, Grondona también tuvo un vasto paso por el medio radiofónico. La Clave del día y A la Vuelta, por Radio Continental, Las Claves del Día y Pensando con Mariano Grondona por Radio La Red, fueron algunos de ellos.
En televisión, también condujo Clases con Mariano Grondona y La Clave de Mariano Grondona. Entre los libros que publicó se encuentran Los pensadores de la libertad, Bajo el imperio de las ideas morales, La corrupción, La Argentina como vocación y Las condiciones culturales del desarrollo económico.
Sobre este último libro, el propio periodista lo definió como "su obra que más lo marcó". En ese sentido, indicó que la idea de cultura está vinculada a los valores, el desarrollo es "un sistema de valores que se va incorporando a la sociedad" y que la Argentina "debería seguir promoviendo".
Casado con Elena Lynch, padre de tres hijos y abuelo de 9 nietos, también es miembro de la Academia Nacional de Periodismo, ocupa el sillón Juan Santos Valmaggia. Entre los autores que más lo influyeron en su carrera, siempre ponderó al filósofo Juan Ortega y Gasset: "Él sabía escribir. El argentino es seco, el español es más florido y Ortega vino a mí en esa manera. A mi forma, traté de imitarlo".
