Elena Inés Highton de Nolasco, la promotora de la perspectiva de género en el Poder Judicial, fue la segunda mujer nombrada jueza de la Corte Suprema de Justicia en democracia, y la primera en ocupar el cargo. Fue propuesta por el expresidente Néstor Kirchner y su pliego fue aprobado el 28 de junio de 2004 tras la destitución de Eduardo Moliné O’Connor.
La extensa carrera de la magistrada y docente de la UBA en el Poder Judicial se inició a fines de 1973, siete años después de haber trabajado de abogada tras su graduación.
Comenzó como defensora de Incapaces y Ausentes en el fuero Civil y Comercial, en el cual seis años después se convirtió en jueza de primera instancia, a poco tiempo de obtener su tercer doctorado en Derecho y Ciencias Sociales. En tanto, en 1994 ascendió a camarista en el mismo fuero.
Cinco años después, Highton de Nolasco estuvo en la mira del expresidente Nestor Kirchner para ocupar un lugar en el máximo tribunal de justicia del país, que había sido dejado vacante el destituido Eduardo Moliné O’Connor. Finalmente, su pliego fue aprobado por 51 votos a favor y 5 en contra en el Senado de la Nación.
La labor feminista de Highton de Nolasco en la Corte Suprema
Sin dudas por uno de los motivos que la jueza de 78 años pasará a la historia es por su trabajo en favor de la perspectiva de género desde y hacia dentro del Poder Judicial.
En este sentido, en 2006 participó de la creación de la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema, una entidad que busca facilitar y garantizar el acceso a la justicia de las víctimas de violencia de género “en especial vulnerabilidad” y de trata de personas (un área que se agregó en 2016).
El Máximo Tribunal convocó a un grupo de trabajo que tuvo a su cargo el diseño de la OVD, integrado por jueces, funcionarios y ex funcionarios del Poder Judicial, entre los que estaban Gladys Álvarez, Laura Balart, Horacio Barberis, María Inés Coutinho, José Luis Galmarini, Adrián Marchisio, Graciela Medina, Graciela Varela, Silvia Palomero y Fernando Ramírez.
Finalmente quedó bajo la supervisión de Highton de Nolasco, quien tuvo a su cargo el desarrollo e implementación de la oficina que, finalmente, fue inaugurada el 15 de septiembre de 2008.
Tres años después, la magistrada dispuso la creación de la Oficina de la Mujer (OM), también dependiente del máximo tribunal, cuyo fin es promover la perspectiva de género hacia dentro de la estructura judicial “a fin de alcanzar la equidad de género, tanto para quienes utilizan el sistema de justicia como para quienes trabajan en él”.
La polémica en torno al 2x1 de los represores de la dictadura
En 2017, Highton de Nolasco, Carlos Rosenkrantz y Horacio Rosatti fallaron a favor de la polémica aplicación del “2x1” a los represores de la ultima dictadura militar, un beneficio de la ley penal que consignaron ser extensivo a todos los delitos -incluidos los de lesa humanidad- y cuya posición era "aquella internacionalmente aceptada".
Para evitar un fallo similar en el futuro, el Congreso aprobó una ley que estableció que dicho beneficio no es aplicable para los delitos “de lesa humanidad, genocidio o crímenes de guerra, según el derecho interno o internacional”.
Con respecto al gobierno de Alberto Fernández, Highton de Nolasco fue la única que estuvo presente en la Casa Rosada cuando se anunció la reforma judicial, mientras que no estuvo presente en el acuerdo extraordinario que culminó con la elección de Horacio Rosatti como nuevo presidente de la Corte Suprema.
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Continuidad en el cargo y controversia
El 7 de diciembre de 2017, Highton de Nolasco alcanzó los 75 años, la edad límite para ejercer el cargo de manera ininterrumpida sin una nueva aprobación del Senado, en virtud del artículo 99 de la Constitución Nacional. Sin embargo, la magistrada presentó un amparo para permanecer en el cargo al igual que el fallecido juez Carlos Fayt, basándose en el artículo 110 de la carta magna, que garantiza la continuidad laboral de los jueces “mientras dure su buena conducta”.
Además, Highton de Nolasco alegó que en la reforma constitucional de 1994 -en donde se dispuso el límite de edad- la Convención Constituyente no estaba habilitada para tratar este tema porque “no formó parte del ‘núcleo de coincidencias básicas’ que aprobó el Congreso Nacional al convocar a la Convención”.
El fallo del juez Enrique Lavié Pico a favor de la magistrada en 2018 no fue apelado por el entonces presidente Mauricio Macri, por lo que se mantuvo en el cargo tres años mas hasta su renuncia este martes 5 de octubre.
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Carmen Argibay, la primera mujer en ser nombrada jueza de la Corte Suprema en democracia
Fallecida en 2014, Carmen Argibay fue la primera mujer en ser nominada por un gobierno democrático para integrar el máximo tribunal. En tanto, Elena Highton de Nolasco fue la segunda, a pesar de haber ingresado a la Corte antes.
A fines de 2003, el entonces presidente Néstor Kirchner propuso a Carmen Argibay como candidata a acceder al maixmo tribunal, en vistas de su prestigio internacional y vasta trayectoria.
El nombramiento de Argibay no contaba con una parte conservadora del Senado con vínculos con instituciones religiosas debido a sus posturas acerca del ateísmo y los derechos de las mujeres, como el acceso al aborto, por lo que se demoró su aprobación. Finalmente ,su pliego se aprobó en febrero del 2005.
Por su lado, la primera mujer designada ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación fue Margarita Arguas, nombrada en dictadura -donde no regían los mecanismos constitucionales- por el expresidente de facto Roberto Levingston en 1970, un cargo que ejerció hasta la fugaz vuelta democrática el 25 de mayo de 1973.
CDI CP