Reducción de la jornada laboral: ¿una salida al estancamiento económico?
Mientras el mundo mira a los avances científico-tecnológicos para superar la Pandemia de Covid-19, un proyecto que apunta a limitar su propagación y propone una mejora de la calidad de vida e impulsar la economía.
El Proyecto Eureka busca reducir la jornada laboral de 8 a 6 horas, pasando de 40 a 30 horas semanales que quedarían distribuidas en 10 horas diarias, de lunes a sábado. El trabajador puede contar con una semana de descanso por cada 2 de trabajo manteniendo el mismo ingreso. Implementar este sistema no sólo representa una limitación para la multiplicación de contagios de Covid, sino que favorece al clima laboral, la productividad y tiene un efecto multiplicador en la economía.
Experiencias anteriores, como la de países nórdicos, el caso de Microsoft Japón, o bien aquellos surgidos en España y Francia recientemente, demuestran que las empresas que realizaron cambios en su grilla de horarios en beneficio de sus trabajadores, obtuvieron ganancias por encima de la media.
Reducir la jornada laboral y repartir las horas de trabajo sin reducción salarial no es imposible
Asimismo, estudios recientes demuestran que la reducción de la jornada laboral ha incrementado significativamente la productividad en fábricas y oficinas, ha reducido más del 30% el ausentismo injustificado y ha disminuido los gastos vinculados al sistema de salud. En este sentido, los trabajadores motivados tienden a ser más creativos, alcanzan mejores resultados y son más fieles a las empresas donde son valorados como recurso humano esencial.
El tiempo libre no es sólo un momento de esparcimiento, es la gran posibilidad del ser humano trabajador de poder realizarse en sus distintos desarrollos personales como emprendedor, además del deporte, la cultura y la formación profesional. Pero también, como contrapartida, favorece el desarrollo de las economías regionales.
Reducción de la jornada laboral: Hacia una nueva soberanía del tiempo laboral
Los efectos positivos incluyen mayor inversión en actividades recreativas, consumos culturales y gastronómicos, la disponibilidad de tiempo libre para adquirir bienes y servicios reactiva el consumo. Al igual que favorece el desarrollo del turismo.
En un contexto de cambio climático cada acción cuenta, es así como Proyecto Eureka hace un aporte a la ecología, reagrupando horas de trabajo se evitan los traslados innecesarios evitando la contaminación producto del uso de los medios de transporte.
Este sistema de trabajo es muy apropiado para nuestro país, en especial en el contexto actual de crisis. Por un lado, permite la creación de nuevos puestos de trabajo; por el otro, habilita a las empresas a explotar al máximo sus recursos instalados y dinamiza la rentabilidad.
A comienzos del siglo XX nuestro país inició un proceso hacia la reducción de la jornada laboral, algo que en su momento parecía una utopía. Hoy el mundo se está encaminando hacia una nueva tendencia en materia laboral y debemos aprovechar las posibilidades en beneficio de los trabajadores, empleadores, sindicatos y del Estado. Evitemos que la mezquindad limite la evolución del ser humano.
* Carlos Nicora, consultor de la Organización de Estados Iberoamericanos.
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