Los agricultores brasileños, uno de los grupos más influyentes en un país que es el mayor proveedor desde soja hasta jugo de naranja, apostarán todo al candidato conservador Jair Bolsonaro, al tiempo que se vislumbra la amenaza de un retorno de la izquierda a solo pocas semanas de las elecciones presidenciales.
Los terratenientes de todo el país se han convertido en algunos de los defensores más férreos de Bolsonaro, lo que le da una gran ventaja sobre otros candidatos en los centros agrícolas de las regiones Centro-Oeste y Sur. Es un golpe para candidatos como Ciro Gomes y Geraldo Alckmin, que eligieron compañeros de carrera con lazos cercanos al sector con la esperanza de aumentar sus posibilidades.
El apoyo a Bolsonaro se ha intensificado últimamente mientras Fernando Haddad, el candidato del Partido de los Trabajadores, gana terreno en las encuestas, seguido por Gomes, otro candidato de la izquierda. Las mayores probabilidades de una segunda vuelta entre el conservador y un izquierdista han alejado aún más a los agricultores de Alckmin, quien era visto como una buena opción de centro, tanto para el sector como para los mercados financieros. Sin embargo, el ex gobernador de São Paulo, no ha logrado ganar impulso antes de la votación en la primera vuelta del 7 de octubre.
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"Bolsonaro tiene un apoyo casi unánime entre los productores de soja", dijo Bartolomeu Braz Pereira, jefe del grupo de productores Aprosoja. "Los productores lo han estado apoyando por sus propuestas sobre seguridad y propiedad de la tierra", dijo, y agregó que la asociación no es partidista y que sus comentarios reflejan su percepción de la preferencia de los agricultores.
Brasil es el mayor exportador mundial de soja, café, azúcar y jugo de naranja, y el segundo mayor exportador de maíz. Los productores de café tienen una posición similar. Los agricultores se sienten atraídos por los enérgicos discursos del ex capitán del ejército, que defiende con vehemencia la implacable lucha contra el crimen y la violencia, un problema recurrente en el campo, según Carlos Alberto Paulino da Costa, presidente de la cooperativa de café más grande de Brasil, Cooxupe.
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"Todos los días se roban una carga de café en las ciudades del estado de Minas Gerais, se roban un banco", dijo, citando su percepción de las opiniones de los agricultores. "Vivimos en pueblos pequeños, muy susceptibles a la violencia y el único candidato que habla sobre matar bandidos es Bolsonaro".
Bolsonaro propone eliminar "cualquier relativismo de la propiedad privada" de la Constitución, como las restricciones impuestas cuando los trabajadores han sido encontrados en condiciones esclavizantes. Otra ley dice que las granjas improductivas podrían ser despojadas y utilizadas para la reforma agraria.
El favorito también propone permitir a los civiles poseer armas y usarlas en defensa propia o para proteger su propiedad. Bolsonaro quiere cambiar una ley que efectivamente prohíbe a los civiles portar armas, que fue aprobada por el 64 por ciento de la población en un referéndum en 2005.
Su enfoque es el opuesto al de Haddad, su oponente más probable en una segunda vuelta a fines de octubre. El Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra de Brasil, conocido como el MST, está históricamente vinculado al Partido de los Trabajadores de Haddad y es partidario del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Los agricultores temen que un triunfo del Partido de los Trabajadores fortalezca el movimiento, que ven como una amenaza para sus tierras.
El ascenso de Haddad en las encuestas también ha influido en los productores de etanol y azúcar del país. Habían planeado votar por Alckmin, quien les dio grandes ventajas tributarias cuando fue gobernador del estado. El razonamiento es el mismo: miedo a la izquierda, que congeló los precios de la gasolina para controlar la inflación, matando la competitividad del etanol como biocombustible y llevando a muchos productores a la quiebra.
Bolsonaro supera al ex gobernador del estado en 11 puntos porcentuales en São Paulo, según Datafolha.
Otra razón por la que el sector agrícola apoya a Bolsonaro es el deseo de un cambio después de los recientes escándalos de corrupción en el país, que han afectado a políticos de los partidos de Haddad y Alckmin.