Ciudad del Cabo debería eliminar árboles ante la crisis de agua
Ciudad del Cabo debería eliminar los árboles exóticos que consumen mucha agua como una alternativa más barata a la construcción de plantas desalinizadoras.
Drought Relief |
Bloomberg
John Viljoen
Ciudad del Cabo, la urbe sudafricana que amenazó con cerrar los grifos este año al enfrentarse a una crisis de agua, debería eliminar los árboles exóticos que consumen mucha agua como una alternativa más barata a la construcción de plantas desalinizadoras o sistemas de reciclaje de aguas residuales.
La eliminación de árboles no nativos de las áreas de captación de agua podría añadir dos meses de suministro de agua cada año, según una investigación de Nature Conservancy que la organización con sede en Arlington, Virginia, dio a conocer el viernes en Ciudad del Cabo. La construcción de plantas desalinizadoras y sistemas de reciclaje de aguas residuales costaría en promedio 10 veces más que la eliminación de especies invasoras como pinos, acacias y eucaliptos, según el estudio.
Ciudad del Cabo estuvo a 90 días de cortar el suministro y obligar a los residentes a hacer filas para obtener agua durante una sequía sin precedentes causada por años de precipitaciones por debajo del promedio. Aunque se logró evitar el "Día Cero", los residentes siguen sujetos a severas restricciones que los limitan a 70 litros (18,5 galones) al día.
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El estudio de la organización estadounidense reveló que con un total de 372 millones de rands (US$26 millones) se podría financiar un programa de 30 años para talar árboles invasores e impedir que vuelvan a crecer en siete zonas de captación que proporcionan el 75 por ciento del agua de Ciudad del Cabo. En sus primeros seis años, la iniciativa podría producir 56.000 millones de litros adicionales, que se sumarían a los 324.000 millones de litros anuales de la ciudad.
Las represas que abastecen a Ciudad del Cabo tenían un nivel de llenado de un 72,9 por ciento hasta el jueves, según cifras publicadas en el sitio web de la ciudad, casi el doble del nivel del año anterior. Se redujeron muy por debajo del 30 por ciento antes de que una recuperación en las precipitaciones durante la temporada de lluvias de invierno en mayo y agosto aumentara el volumen de los embalses.
