La inflación en Argentina se aceleró el mes pasado hasta alcanzar su nivel anual más alto desde que el país salió de la hiperinflación hace más de tres décadas, lo que pone de relieve el grave estado de la economía de cara a las elecciones presidenciales de esta semana.
Los precios al consumidor subieron un 8,3% mensual en octubre, por debajo de la cifra de septiembre y menos que la mediana de las proyecciones de los economistas encuestados por Bloomberg de un 9,45%. Sobre una base interanual, la inflación se aceleró hasta el 142,7%, según datos oficiales publicados el lunes, también ligeramente por debajo de las previsiones.
Las comunicaciones, el vestuario y los artículos para el hogar lideraron las alzas de precios en octubre.
Los argentinos elegirán a su próximo presidente el 19 de noviembre en una segunda vuelta entre el ministro de Economía, Sergio Massa, y el outsider libertario Javier Milei, quien propone cerrar el banco central y dolarizar la economía como una solución drástica para frenar los aumentos de precios de tres dígitos.
Massa descongela el dólar, pero el mercado reclama una corrección alineada a la inflación
Independientemente de quién gane los comicios, la inflación será el mayor desafío inmediato para el próximo líder de Argentina. Los controles cambiarios han demostrado ser insostenibles, lo que significa que se vislumbra una importante devaluación de la moneda cuando el próximo Gobierno asuma el 10 de diciembre. Al mismo tiempo, la reducción de un déficit fiscal crónico implica recortar subsidios que harán que los precios de los servicios públicos se disparen.
Los economistas ven una inflación anual cercana al 200% durante los próximos 12 meses, según el la proyección media de la última encuesta mensual del banco central.