El equipo de Javier Milei, el candidato libertario que captó la mayor cantidad de votos en las elecciones primarias presidenciales, trabaja ya prácticamente convencido de que asumirá el Gobierno a partir del 10 de diciembre.
La “motosierra”
Economistas libertarios estiman que podrían heredar hasta un 5% de déficit fiscal primario. El plan para revertirlo será recortar drásticamente el gasto público en al menos 14 puntos porcentuales del PBI, según una persona con conocimiento directo.
El mercado mira con escepticismo semejante recorte, que en esta magnitud tiene pocos antecedentes de éxito (o ninguno) en la historia argentina.
El “poroteo” que hace Milei es el siguiente:
- 2 puntos del PBI se eliminarían al convertir la obra pública en iniciativas privadas
- 5 puntos del PBI se cortarían interrumpiendo las transferencias discrecionales que hace el Estado hacia las provincias
- 5 puntos del PBI se ajustarían en una depuración de los subsidios económicos, para que recaigan solo sobre los usuarios que los necesitan, en lugar de sobre las empresas
- 1 punto del PBI se achicaría con la eliminación de las jubilaciones de privilegio, que hoy perciben exfuncionarios de cargos jerárquicos
- 1 punto del PBI se reduciría con la venta o el cierre de empresas estatales deficitarias
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El “top five” de empresas deficitarias
Milei ya tiene una lista de las empresas que agrandan el déficit fiscal y reportan pocos beneficios. El plan es intervenirlas desde los primeros días, para estudiarlas a fondo, estimar su valor y, luego, disponerlas a la venta o el cierre, dijo la persona.
En el top five de las empresas que considera más prescindibles para el país están:
- Aerolíneas Argentinas,
- la TV Pública,
- Télam,
- Radio Nacional y
- Enarsa.
Sobre Aerolíneas, una idea es transformarla en cooperativa y cederla a los empleados con fondos equivalentes a un año de capital de trabajo.
La venta de YPF no sería inmediata: el proyecto es ponerla en valor —lo que puede demorar más de un año— para ofrecerla a un precio que sea varias veces mayor al actual.
El plan cambiario
El banco central dejará de emitir pesos desde el “día 1” de la gestión. Si hasta entonces no se produjo un ajuste del peso oficial, se le devaluará hasta a un nivel cercano al de mercado (el nivel del dólar paralelo) y se impondrá un tipo de cambio fijo, dijo la persona. Los pesos seguirán circulando en la economía a la nueva tasa de conversión.
El plan continuará con el impulso de proyectos para legalizar la libre competencia de monedas y proponer voluntariamente la dolarización. Los pesos actuales dejarán de circular una vez que se haya reemplazado tres cuartas partes de la base monetaria. Los bancos locales podrán cambiar los títulos de deuda del BCRA (Leliq y Pases), que hoy tienen en su poder, por papeles comerciales en moneda dura y podrán tener sus encajes en entidades del exterior.
Eliminación o baja de impuestos
Milei cree que un 90% de los impuestos de Argentina no generan una recaudación significativa y deben ser eliminados. El encargado de instrumentar la baja en la presión impositiva es el economista Héctor Rubini. Su programa se titula “esquema de simplificación tributaria” e incluye reducir los impuestos a la generación de puestos de trabajo, como las contribuciones patronales. Milei quiere evitar que el Estado se quede con casi la mitad del salario que percibe un trabajador, como sucede hoy en Argentina.
Las tres pistas sobre el ministro de Economía
El líder libertario mantiene el enigma sobre quien será su ministro de Economía. El secreto del nombre está tan bien guardado que ninguno en su propio círculo lo conoce. Los expertos más cercanos están ansiosos por descubrirlo.
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Hay tres pistas, que en algún momento él mismo deslizó: el nuevo ministro será más ortodoxo que él, tendrá un perfil muy bajo y, actualmente, no vive en Buenos Aires. Son señales que solo alcanzan a alimentar sospechas, y no tanto a disipar la incógnita.
Los aliados
Los libertarios imaginan una nueva “foto” de la clase política argentina después del 10 de diciembre, tanto en el Congreso como en las calles. En esa foto, dicen, Milei contaría con la cooperación del “peronismo de derecha”, que buscará despegarse de Cristina Kirchner y reorganizarse como espacio político; el núcleo duro del “Pro”, el partido original de Mauricio Macri (es decir, el “ala dura” de Juntos por el Cambio) que buscará apartarse del radicalismo; y los sindicatos, que podrían provocar una ruptura en la CGT, la confederación que los abarca a todos.
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