El Ministro de Hacienda Nicolás Dujovne dijo por primera vez que la economía de Argentina se contraerá alrededor del 1 por ciento este año antes de expandirse un 1,5 por ciento en 2019. El gobierno esperaba un crecimiento de un tres ciento a principios de este año, pero ya confirmaron que no será posible.
El Banco Central de Argentina, encabezado por Luis Caputo, elevó este agosto la tasa de interés de referencia al 45 por ciento, la más alta del mundo, en medio de una inflación desenfrenada. Los temores por los precios al consumidor del país han sido exacerbados por una venta masiva en los mercados emergentes que ha convertido al peso en la divisa con el peor desempeño del mundo este año.
Argentina tiene la tasa de interés de referencia en el 45 por ciento, es la más alta del mundo.
"La política de altas tasas en pesos determinada por el Banco Central es necesaria para estabilizar las perspectivas financieras de Argentina", dijo Dujovne, haciendo hincapié en la independencia de la institución. "Todavía tenemos una inflación elevada. Cuando bajen las medidas de inflación, podrán bajar las tasas".
Dujovne señaló que el respaldo de la comunidad internacional ha sido fundamental para capear la volatilidad de este año. Aun así, la actividad económica se desplomó un 6,7 por ciento en junio, la caída más pronunciada desde 2009, mientras que los precios al consumidor subieron más del 31 por ciento en julio frente al mismo mes del año anterior.
Una sequía a principios de este año perjudicó la principal exportación de Argentina, la soja. El aumento de las tasas de interés en Estados Unidos y las preocupaciones de los inversores por la falta de credibilidad del anterior responsable del Banco Central deterioraron tanto al peso como a las perspectivas económicas. La venta masiva encabezada por Turquía que afectó en agosto a los mercados emergentes agravó la situación de los activos argentinos, ampliando las pérdidas que ha sufrido el peso desde enero a casi un 40 por ciento.
El aumento de las tasas de interés en Estados Unidos y las preocupaciones de los inversores por la falta de credibilidad del anterior responsable del Banco Central deterioraron tanto al peso como a las perspectivas económicas.
Dujovne dijo que Argentina recibió el respaldo preliminar del Fondo Monetario Internacional para ajustar un aspecto de un acuerdo de financiamiento con el país que generó cierta incertidumbre en los mercados. En junio, el FMI otorgó a Argentina una línea de crédito récord de US$50.000 millones para aliviar la preocupación de los inversionistas sobre la gran carga de deuda y el déficit fiscal de la nación.
Sobre la base de ese entendimiento, el Tesoro no tendrá que comprar alrededor de U$S 3100 millones en bonos del Banco Central, conocidos como Letras Intransferibles. El directorio del FMI aún no ha aprobado el cambio, pero Dujovne dijo que los funcionarios del FMI que visitaron Argentina la semana pasada fueron "muy receptivos" a la idea. Eliminar la condición pretende eliminar la incertidumbre sobre cuánta deuda asumirá el Tesoro, dijo.
El Banco Central tiene US$35.000 millones de estas letras, y no estaba claro para algunos inversionistas a partir del acuerdo original del FMI si el Tesoro tendría que recomprarlas. Bajo un gobierno anterior, las letras se transferían originalmente del Tesoro al banco central, ya que el banco financiaba al gobierno.