China está a punto de firmar un acuerdo con Donald Trump para desactivar, al menos temporalmente, una guerra comercial de casi dos años, y Xi Jinping proyecta confianza.
Tras advertir el año pasado sobre amenazas al gobierno del Partido Comunista y “cambios nunca antes vistos en 100 años”, Xi comenzó 2020 promocionando un “extraordinario esplendor chino y fuerza china”. “Ante situaciones severas y complejas nacionales y extranjeras y diversos riesgos y desafíos, hemos podido avanzar firmemente”, dijo el presidente chino a líderes del partido la semana pasada.
Los problemas y desafíos continúan para Xi, pero el acuerdo de fase uno que las economías más grandes del mundo planean firmar el miércoles en Washington le da razones para acentuar lo positivo. Si bien los líderes del partido siguen ante una economía en desaceleración, una deuda creciente y nuevos desafíos en Hong Kong y Taiwán, el acuerdo comercial al menos les ha dado cierta certeza de que Xi puede manejar la política diplomática de Trump.
“Los líderes de China están felices de llegar a un acuerdo en lugar de gastar tanta energía en argumentos y publicidad”, dijo Charles Liu, exnegociador económico con la delegación china de las Naciones Unidas y fundador de Hao Capital, un fondo de capital privado. “Están más confiados que nunca en el manejo del presidente Trump porque su comportamiento se está haciendo famoso”.
“Ahora ya se sabe que cualquier bravuconada no necesariamente viene de la mano con una mordida”, dijo Liu.
Con el acuerdo, supuestamente China se compromete a comprar unos US$200.000 millones en bienes estadounidenses, así como a respetar los derechos de propiedad intelectual y no manipular su moneda. El acuerdo pospone discusiones más sensibles como los subsidios estatales y las protecciones de mercado en las que China se ha apoyado para nutrir un club cada vez mayor de campeones corporativos globales.
El yuan se fortalece
Aunque los repetidos reveses en las conversaciones entre las dos partes han alimentado el escepticismo sobre la longevidad de la tregua, los inversionistas también muestran optimismo: el yuan se ha fortalecido a un máximo de cinco meses frente al dólar.
Líderes del Partido Comunista tienen más razones para sonreír en este inicio de 2020. La desaceleración económica ha mostrado señales de estabilización —economistas actualizaron sus pronósticos de crecimiento para 2020 a 5,9%, mientras que las protestas históricas a favor de la democracia en Hong Kong que estallaron el año pasado han disminuido tanto en frecuencia como en violencia.
Todo es táctico
El acuerdo comercial da a China la confianza de que puede capear las campañas de presión de Trump al calibrar cuidadosamente las represalias y evitar las críticas directas al líder estadounidense. Entretanto, gran parte de la atención de Trump en el nuevo año se ha dirigido a un inminente juicio político en el Senado y a mortales represalias con Irán.
“La situación iraní es una muy buena indicación de cómo Trump hace sus negocios”, dijo Charles Liu, de Hao Capital. “Se pueden detectar más o menos los objetivos principales del presidente Trump. Son casi todos tácticos. No es un ideólogo”.
Si bien Trump tendrá una dura batalla de reelección tras haberse convertido en el tercer presidente estadounidense en enfrentarse a un juicio político, la posición interna de Xi parece tan fuerte como siempre.